Señora ministra
También en España las elecciones de marzo han operado como un mecanismo de legitimación y regeneración democrática. Por ello hay que celebrar la vuelta de la Política con mayúsculas, en su mejor y más digna acepción. Pasado ya el fragor de la encarnizada lucha electoral que se desarrolló a lo largo de toda la legislatura anterior, las agitadas aguas anuncian la calma indispensable para que se oigan las palabras y se escuchen los argumentos por encima de gritos, mentiras e insultos. El debate de investidura ha sacado lo mejor de la joven democracia española y ha comprobado el buen funcionamiento de las instituciones del Estado en la constitución del nuevo Gobierno.
Actualizado: GuardarUn nuevo Gobierno, que por encima de los nombres de los ministros, de los cambios o cualquier otra consideración, es el primer gobierno igualitario de la historia de España. Me emociona que esto sea así, y sobre todo, que la titular de la nueva cartera que se ocupará de la igualdad, no sólo de la de género, sea una mujer de Cádiz, Bibiana Aido. No es menos esperanzador el que la embarazada Carme Chacón ponga firmes a los militares en un país con tanta tradición machista. Las mujeres son mayoría en el gobierno, algo que sólo los países nórdicos habían logrado antes. Ya sé que esto no es garantía de un mejor gobierno, pero si sé con absoluta seguridad que «es condición necesaria, aunque no suficiente», como se dice en cualquier enunciado científico, para conseguir avanzar en la lucha contra la palmaria desigualdad de las mujeres en nuestra sociedad. No sé si habría escrito esto si no fuera porque en la tertulia donde conocí la composición del nuevo gobierno una destacada militante del PP volvió con el manido argumento de las capacidades por encima del género. ¿Qué desfachatez! Cuánta pamplina para, en el fondo, justificar la pata quebrada y el descanso del guerrero.
Mientras las mujeres ganen entre un 25% y un 30% menos (CIS), a pesar de ser mayoría en la Universidad (Un siglo de cambios. Fundación BBVA) y que el 17% de quienes tienen entre 20 y 50 años abandone el trabajo para dedicarse a la maternidad y las tareas del hogar (CIS) y el trabajo no remunerado de las mujeres como amas de casa suponga el 60% del PIB (El valor del tiempo, María Ángeles Durán), es imprescindible una cartera para la igualdad. Y sobre todo, mientras la violencia machista se lleve por delante la vida de más de setenta mujeres cada año. En el estudio sociológico Mujeres de la Janda (Diputación Provincial, 2006), aparte de verificar la desigualdad de oportunidades, condiciones de trabajo y niveles de remuneración, se constataba la existencia de mentalidades en conflicto entre las generaciones de mujeres sobre los roles de género, al haber eclosionado una nueva generación de mujeres formadas que había dado el gran salto desde el analfabetismo y la subordinación hacia la libertad y la igualdad.
Si ellas son la sal de la tierra, el nuevo Gobierno está aderezado con la sal de Cádiz. Que esta mujer de la Janda sea, a sus 31 años, ministra de España es una alegría para nuestra tierra. Es la mejor testigo de la herencia de Alfonso Perales y la garantía de una persona que cree desde que era niña que la política es vocación y un arma cargada de futuro.