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PINCHITOS MORUNOS

Carme Chacón

Quizás eso de la igualdad, no sólo entre hombres y mujeres sino también entre otros y otras «desiguales», sólo siga siendo cosa más de dibujitos que de práctica. Esta no llegará hasta el día en que cuando haya un nombramiento de cargos no se hable de si es mujer, es hombre, es de en medio, o lo que sea. Lo importante sería que se hablara de la calidad de las personas y su idoneidad o no para el puesto... y poco más, su sexo debe ser lo de menos.

JOSÉ MONFORTE
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Estos días estamos por aquí liados en Cádiz con otro tema de esos de igualdades, con lo de las faldas de la clínica de San Rafaé, tema morboso de esos que gustan en Cádiz y que, además de la polémica y de la falta de ergonomía del uniforme femenino, habría también que analizar en clave de luchas sindicales, porque también hay mucho de eso en el tema de las faldas de San Rafaé porque no es la única empresa en la que hombres y mujeres visten distinto y más que hay que ir a algún supermercado para ver cómo ellas van de yersi apretao y ellos van de terno del carísimo Emidio... tu chi que vales... y no pasa nada.

Para mí en el nombramiento del nuevo Gobierno de España sí hay un dato que yo creo que sí es fundamental y que habla y bien de la integración y es el hecho de que la nueva ministra de Defensa, Carmen, Carme o Carmeluchi, Chacón esté embarazada.

Hasta ahora el embarazo para una mujer ha significado renunciar a muchas cosas y el hecho de que una embarazada llegue a un puesto como ese es una gran novedad. Estoy seguro de que a más de uno de estos que se abrazan a la bandera de España como el oso Yogui a un cartucho de castañas pilongas, estarán hoy con los zarpullíos en plena esfervescencia nada más que de imaginarse al coronel Pérez de Lama cuadrarse ante su jefa con una ostensible barriguita... que esas sí que son de felicidad.

Creo, de verdad, que ayer fue un día histórico por este hecho porque significa llevar las cosas a la práctica, que es donde hay que llevarlas y dejarse de discursos de esos de tirar besitos. Ya sólo falta que Carme, con ella sí que España está en estado de buena esperanza, se ponga de parto en pleno desfile del día de las Fuerzas Armadas mientras que la patrulla «Águilas» dibuja en el cielo de Madrid la bandera de España... A Rouco Varela le da un vahído, seguro.