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NUEVO GOBIERNO

La chica de la mesa del fondo

La nueva ministra vive en El Mentidero, en el corazón de Cádiz, y sus vecinos la recuerdan como «una joven muy agradable»

EVA SAN MARTÍN |
CÁDIZActualizado:

A Bibiana Aido (Alcalá de los Gazules, 1977) le gusta la mesa del fondo de la cafetería Gotinga, en la plaza de El Mentidero de Cádiz. En este bohemio refugio gaditano, de ambiente ecléctico –en el que rara vez falta la música– empiezan buena parte de las mañanas de la flamante ministra de Igualdad.

En la pequeña mesa del fondo Aido se desayuna –además del café– la prensa diaria.

«Bibiana es de esas personas a las que recuerdas. Imagino porque es una persona muy agradable, que siempre está de buen humor, aunque sea por la mañana», dice Aurele Argento, la joven, de 29 años, que trabaja como camarera en el local.

La secretaria de Igualdad de la Comisión Ejecutiva Provincial del PSOE es, a esas horas, poco más de las nueve y media de la mañana, aún Bibiana, a secas.

Entonces pide «un café y una tostada», recuerda Aurele. Los periódicos se amontonan en la estantería que cuelga a la derecha de la «mesita del fondo». Así que es fácil imaginarse a la ministra Bibiana Aido deshojar un periódico detrás de otro. «Lo hace mientras que termina el desayuno. Así la recuerdo, sentada y leyendo la prensa», dice la camarera.

Antes de entrar en el Gotinga, Aido ha recorrido la calle de adoquines desordenados que desemboca en esta plaza, donde los grupos de jóvenes se detienen a ver pasar el tiempo. La calle Gravina se abre a la plaza del Mentidero, y a pocos metros de empezar a recorrerla se encuentra el portón de madera del edificio donde vive la ministra, aunque pasa algunas jornadas en Sevilla. «Nos cruzamos al entrar y al salir de casa. Pero sólo a veces y, sobre todo, los fines de semana. Al principio se la veía más, pero a medida que se ha ido haciendo más importante, menos se la ve.... Ahora que es ministra, ¿volverá?», se pregunta Mario Junquera, de 23 años, un estudiante de ingeniería que vive en el mismo edificio que Aido. Después de echar un vistazo al periódico y ver a su vecina, en la primera página de la prensa de hoy, Mario sonríe y suelta: «mira, si es la vecina». En el edificio de enfrente, se han enterado por la televisión. «Es esa chica rubia, que dicen que la han hecho ministra», suelta una mujer.

Mario la recuerda, como «la chica del segundo que siempre sonríe». Por éso y por las bolsas con la compra que a veces deja en su casa cada vez que se le olvidan las llaves, recuerda Mario. Pero en el piso de estudiantes donde vive este joven la recuerdan «porque es la única vecina que nunca se queja por las fiestas que organizamos en el piso», ríe Mario.