Helicópteros que cazan
Llega la hora de formar el nuevo Gobierno, cuyo Presidente hizo algunas alusiones a la seguridad vial, el tráfico, los accidentes de motos y, especialmente la atención a las víctimas. Y me pregunto yo: ¿Cómo va a articular estos propósitos, señor Rodríguez Zapatero? Porque el plan para reducir la siniestralidad de los motoristas, que hace pocos meses presentó el ministro Rubalcaba, es un plan débil, no consensuado, insuficientemente comprometido y manfiestamente mejorable. ¿Va a modificar dicho plan? ¿Va a preocuparse seriamente por la seguridad vial? ¿Piensa alcanzar el objetivo promulgado por la Unión Europea de reducir al 50% las muertes por accidentes de tráfico?
Actualizado:Si es así, le sugiero en primer lugar, que busque tres ministros o ministras de Fomento, Interior y Educación que se tomen este tema en serio, que sean capaces de dialogar, coordinarse y trabajar en una misma dirección. Que sean capaces de mejorar las infraestructuras, de implantar definitivamente la educación vial y de controlar sin criminalizar.
En segundo lugar, debería dejar de comprar helicópteros que cazan y empezar a comprar helicópteros que salvan. Necesitamos menos de esos que multan desde no sé cuántos metros de altitud y más de esos que llegan a tiempo para auxiliar a los accidentados, antes de que mueran esperando a los servicios de emergencia. Necesitamos que no cambie más vidas por euros, que le importen más las personas, los accidentados y sus familias, y menos las estadísticas.
Y, mi última sugerencia: no vuelva a nombrar director General de Tráfico a Pere Navarro. O, si lo vuelve a nombrar, cambie el nombre del organismo en cuestión y llámelo «Dirección General de Recaudación y Criminalización del Motero», u otro nombre que responda más a lo que ha venido haciendo el señor Navarro hasta ahora. Por lo menos, sea honesto. Ráfagas al cielo por todos los moteros caídos y por todas las víctimas de accidentes de tráfico.