Eterno Berlusconi
Si se mide al candidato de la derecha por los parámetros que él mismo crea y utiliza, tal vez Silvio Berlusconi cometió un error en su gran mitin del jueves en el Coliseo romano: dijo que votar a Veltroni es de idiotas (algunos medios proponen una traducción más castiza) y, sobre todo, arremetió contra el capitán de la Roma, el futbolista Tutti, que apoya a la oposición. Berlusconi, septuagenario activo y rejuvenecido por la cirugía facial y los afeites diversos, cantó sus propias composiciones, estuvo chistoso y divertido, situó el debate en un tono de mero espectáculo y anunció inesperadamente que en el Senado su coalición (Pueblo de la Libertad) tendrá 25 o 30 escaños más que el centro-izquierda (Partido Demócrata) y varios menores.
Actualizado: GuardarComo desde hace dos semanas no hay encuestas, prohibidas por ley, no es fácil hacer un pronóstico sobre si Il Cavaliere y sus socios han seguido perdiendo apoyo como sucedió en la primera fase de la campaña, que arrancó con unos doce puntos y se quedó en unos seis medidos en los sondeos. Con todo, se da como más que probable que el centro-derecha gane las parlamentarias para la Cámara de diputados y se mantenga el empate técnico de la decisiva Cámara alta, el Senado donde triunfó la moción de censura preparada contra Romano Prodi por aliados suyos circunstancialmente descontentos con él (el senador Clemente Mastella, en concreto y sus cruciales aunque minúsculas huestes).
Así pues, se adelanta como casi seguro que la situación de amenaza latente para la estabilidad se mantendrá, hija de una ley electoral elaborada bajo un Gobierno Berlusconi. Hay un compromiso de inspiración parlamentaria para cambiarla y si tal cosa ocurriera por consenso en la próxima legislatura ya sería un éxito considerable de una clase política endogámica y poco desinteresada. Incluso perdiendo parece claro que el intento de Walter Veltroni de reactivar todo el centro-izquierda vía una sola formación, el Partido Demócratico, será juzgado con un éxito y durará. Asimismo no se pueden excluir sorpresas porque dos fuerzas, la UDC de Pierferdinando Casini antes socio de Berlusconi, y otra de izquierda la vieja Refundación Comunista de Fausto Bertinotti, ex-socio de Prodi, con ciertas posibilidades de influir en el nuevo escenario post-electoral.