Bagdad teme que el asesinato de un jeque de Al-Sadr desate otra ola de violencia en el sur
El jeque Riad al-Nuri, director de la oficina del clérigo chií Moqtada al-Sadr en Nayaf, la ciudad santa del sur de Irak, fue asesinado ayer por un grupo de desconocidos a bordo de un coche sin matrícula que le acribillaron a tiros tras tenderle una emboscada en su casa cuando regresaba de las oraciones del viernes. Los seguidores del joven líder de la facción radical de la comunidad chií acusaron inmediatamente al Gobierno de Nuri al-Maliki de estar detrás del crimen. Así lo dijo Haider Nateq, portavoz de Al-Sadr en la ciudad meridional de Diwaniya al canal de televisión qatarí Al-Yasira. «Es parte de una campaña que pretende debilitarnos», agregó.
Actualizado: GuardarLas autoridades, que decretaron de inmediato el toque de queda hasta nuevo aviso, temen que el atentado desate una ola de violencia similar a la que ha azotado las ciudades del sur del país recientemente. El propio Al-Maliki condenó «este nuevo intento de eliminar a las personalidades religiosas y de incitar a la revuelta».