Decepción y malos augurios
La ilusión con la que los primeros siete barcos con permiso para faenar en el caladero marroquí salieron el pasado 12 de abril de 2007 del recinto portuario de Tánger, tras soportar más de diez horas una tediosa inspección técnica, se tornó en decepción cuando un día después regresaron a su puerto base de Barbate con las bodegas de sus embarcaciones prácticamente vacías. Tres de las siete traíñas que faenaron en las costas de Larache regresaron de vacío y las otras cuatro lograron 240 cajas de sardinas, aunque buscaban boquerones.
Actualizado: GuardarEl resultado de esta intensa jornada laboral se convirtió en un mal augurio para un año convulso en el que los armadores de Barbate han tenido que superar todo tipo de adversidades. Ahora esperan con ansiedad una solución definitiva a sus problemas para volver a salier a faenar.