Sólo en comida y carburante, la factura mensual ha subido 200 euros en un año

Un gaditano termina de hacer sus cuentas. Corre el 1 de abril de 2007 y la calculadora le delata que la factura en comida y productos básicos para la casa (en la que vive con su mujer y un hijo pequeño) asciende a unos 400 euros. Hace otra suma y el dispendio (o eso creía él, que se estaba pasando) en echarle gasóleo al coche se va a los 120 euros por haber llenado un par de veces el depósito. En total, 520 euros de la riqueza familiar en comida y carburante.

Un año después, la calculadora es mucho más cruel: el resultado se ha disparado hasta los 700 euros. A 1 de abril de 2008, el precio del carburante para los coches diésel es un 30% más caro que hace sólo 12 meses, con lo que los dos depósitos del vehículo que exigían 120 euros de gasto ahora reclaman unos 160.

La situación es mucho peor en la cesta de la compra. Pese a que el dato oficial del IPC habla de un alza en un año alrededor del 7% en los alimentos frescos, los datos del Ministerio de Industria y Comercio sobre productos tan básicos como la leche o la pasta reflejan aumentos de más de un 25%. En cualquier caso, las mismas asociaciones calculan que el gasto en comida ha engordado en un 30% en los últimos meses.- Para la factura del gaditano de esta historia, la diferencia supone unos 140 euros de más.

Y todo esto sin adentrarse en otros elementos cuyas tarifas se actualizaron hacia arriba con el cambio de ejercicio. Fueron los casos de la de electricidad, telefonía, gas, bombona de butano...

Por no recordar de la hipoteca para aquellos que la tengan. El IPC de ayer coincidió con un nuevo máximo anual del Euríbor, que cerró la jornada en el 4,756%. De acabar así el mes (que es cuando de verdad se debe tomar el dato como definitivo), los préstamos a los que les toque revisión a final de mes se encarecerán en unos 50-60 euros al mes. La subida en dos años ya ha rebasado los 200 euros en la cuota mensual media.