Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Ciudadanos

Un recluso de Topas fue sentenciado a dos agresiones sexuales en 1997

Rafael Ricardi acudió ayer a los juzgados de Salamanca Fue condenado a 30 años tras una refundición de pena

S. TUBIO
Actualizado:

Hace también más de diez años, un portuense que cumplió el pasado mes de febrero 48 años, fue sentenciado por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial a 36 años de prisión por dos delitos de agresión sexual. El fallo judicial se dictaba en 1997. La pena impuesta fue de 18 años de prisión por cada violación. Pero Rafael Ricardi se benefició en su día de la misma medida legal que se le acaba de aplicar al pederasta de El Puerto: refundir en una única pena las dos condenas, fijando el triple de la más alta cuando son varios delitos. Por ese motivo, su periodo real entre rejas se estableció en 30 años y tras un paso efímero por la prisión de Puerto II, fue trasladado a la cárcel de Topas (Salamanca) donde hoy en día sigue recluido.

Este periódico pudo saber a través de fuentes del recinto penitenciario salmantino que Rafael Ricardi tenía prevista su salida para el año 2025, pero al ser condenado por el Código Penal antiguo se le están aplicando redenciones por trabajos desarrollados en la cárcel. De tal manera que se prevé su puesta en libertad en 2010.

Su nombre ha salido a la luz de nuevo a raíz de las detenciones de los dos supuestos autores de la oleada de violaciones de la década de los 90, ya que su sentencia por dos agresiones sexuales coincide en el tiempo con los hechos que ahora le imputa la Policía Nacional a los dos sospechosos. Rafael Ricardi ingresó como preso preventivo la primera vez el 11 de enero de 1993. Este dato es fácilmente contrastable verificando su NIS (número de identificación que se le da a cada recluso). Esta identidad numérica siempre empieza con el año de entrada en la cárcel y es el mismo para toda la vida.

Ricardi es un recluso con buen comportamiento, lo que se demuestra con las anotaciones extraordinarias (especie de felicitaciones) que existen en su expediente. Su celda está en el módulo IV, donde se encuentran los presos menos conflictivos del centro. El letrado que le asistió durante el juicio de 1997 y cuyo caso asumió por turno de oficio, no recordaba bien ayer los detalles del proceso, salvo que hubo una testigo que lo identificó y que había pruebas concluyentes en su contra.

Fuentes policiales explicaron que este recluso no tiene «nada que ver» con los hechos que ahora se investigan. Aunque en la jornada de ayer, Rafael Ricardi fue citado en los juzgados de Salamanca; el mismo día que se confirmaba la implicación de los dos sospechosos.