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La prueba de ADN implica a un preso de Puerto II en la oleada de violaciones
Su supuesto cómplice, que fue detenido el miércoles en Jerez, fue enviado a Puerto III, a petición de la Fiscalía y tras negarse a declarar ante el juez instructor
Actualizado: GuardarHoy se conocerá cómo la Policía Nacional ha dado por esclarecida una oleada de violaciones que generó una gran alarma entre las vecinas de la Bahía y Jerez hace más de diez años, cuando comenzó una sucesión escabrosa de agresiones sexuales, con el mismo modus operandi, que se frenó en el año 2000. Será en la Comisaría Provincial donde se detallen las detenciones de los dos supuestos autores. Ambos están ya en prisión, si bien a uno de ellos no hizo falta apresarlo porque estaba ya cumpliendo una condena por un delito de violencia en el ámbito familiar.
El pasado miércoles fue cuando los agentes detuvieron en Jerez a uno de los dos sospechosos. De inmediato fue trasladado a El Puerto, donde quedó retenido en los calabozos de la comisaría hasta que ayer fue puesto a disposición judicial. Según confirmaron fuentes cercanas al caso, este individuo se negó a declarar ante el juez, quien aceptó la petición formulada por la Fiscalía la cual se inclinaba por enviarlo a prisión. Pasado el mediodía se confirmaba su ingreso en Puerto III.
También el mismo miércoles, mientras era arrestado el primer sospechoso, la Policía sacaba a un preso de Puerto II para tomarle una muestra de ADN. Los agentes estaban convencidos de que este interno era el principal implicado. Según fuentes policiales, todas las víctimas coincidían en describir cómo habían sido atacadas por dos hombres. Uno demostraba una actitud más violenta y era quién consumaba primero las violaciones; mientras que el segundo, que seguía las indicaciones de su compañero, era el que solía culminar las vejaciones contra las mujeres. Por eso, los restos que fueron encontrados en las partes íntimas de una de las chicas pertenecerían supuestamente a este agresor, ya que fue el último en violarla.
En la mañana de ayer el cotejo de las muestras del interno de Puerto II con los restos recogidos en otra de las víctimas daban un resultado positivo. El propio comisario provincial, José María Deira, acudió al Instituto de Toxicología de la capital hispalense para que las pruebas se realizaran con la mayor celeridad posible. Así, en menos de dos días se ha conocido el contenido de unos análisis, cuando lo habitual es que este tipo de pruebas tarden más de una semana, dado el volumen de casos que se tramitan.
Ahora bien, queda por saber cómo los agentes llegaron a los supuestos autores de una serie de violaciones perpetradas en la década de los 90. La Policía se ha reservado esa información para difundirla hoy en una rueda de prensa.
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