«Hay que concienciar a la gente de que somos normales, no marcianos»
El gaditano Francisco Javier Camón (56 años) es miembro de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos del Hospital Reina Sofía de Córdoba. Desde marzo de 2006 es un trasplantado y, en cuanto salió del hospital, se dedicó a trabajar para concienciar la población de la necesidad de hacerse donante de órganos y a que acepte esa decisión de sus familiares cuanto éstos fallezcan.
Actualizado: Guardar-¿Cuándo le dijeron que necesitaba un trasplante?
-Fue en 2003. Yo tenía el hígado muy deteriorado y me comunicaron que la única posibilidad de sobrevivir era el trasplante. Había llegado a esa situación por culpa del alcohol, no me importa reconocerlo; hay que concienciar a la población, sobre todo a la gente joven, de los peligros de la bebida.
-¿Qué es lo más duro de la noticia de que hay que pasar por el quirófano para un trasplante?
-Sin duda, la espera. Cada día que pasa es visto como un día menos de vida. De hecho, la asociación tiene un grupo dedicado a apoyar psicológicamente a este tipo de enfermos.
-¿Perciben que la población está concienciada sobre la necesidad de donar órganos?
-No excesivamente. Muchos creen que las donaciones son algo que sale en la televisión, no del día a día. Yo era un gaditano normal, trabajaba en la Base de Rota. Hay que concienciar a la gente de que somos normales, no marcianos.
-¿Considera entonces bajo el porcentaje de donaciones en Cádiz?
-Te voy a poner sólo un ejemplo. El año pasado hubo dos donaciones de hígado en la provincia, pero 22 receptores. Y siete familiares se negaron a que se hicieran los trasplantes.
-¿Cuántos gaditanos hay en la asociación?
-Somos 133 de los 450 miembros de la asociación. Eso sí, el número crece cada mes.