Detienen a un violador que actuó durante cinco años y localizan a su compañero
La Policía Nacional ha detenido a uno de los dos violadores que entre los años 1995 y 2000 sembraron el pánico en la Bahía de Cádiz. El individuo pasará hoy a disposición judicial. Fuentes de Subdelegación de Gobierno aseguraron ayer que están trabajando en la detención del otro individuo, que se podría producirse en breve ya que éste está localizado. Según fuentes cercanas al caso, se estaría trabajando para confirmar que el individuo localizado era el cabecilla de este grupo de dos violadores.
Actualizado:Los individuos cometieron diez violaciones fundamentalmente en El Puerto donde muchas mujeres dejaron de salir solas por temor a encontrarse con los violadores. La mayoría de las violaciones se cometieron en la urbanización de Vistahermosa y muchas de ellas incluso en presencia de los novios de las jóvenes, a quienes amenazaban con una navaja.
Además, otra joven fue violada en el campus universitario de Puerto Real a finales del 96 y otra mujer en la feria de Jerez en 1998.
Los violadores siempre actuaron con la cara tapada, algo que ha dificultado en gran medida la identificación de los individuos.
En 1998 un hombre ingresó en la prisión de Puerto II como supuesto autor de las violaciones. Una de las víctimas identificó su voz e incluso el propio condenado, que actualmente cumple condena en la cárcel de Topas en Salamanca, confesó ser el autor de los hechos. Pero la Policía Nacional comenzó a dudar de que este hombre fuera el verdadero culpable, ya que durante su estancia en prisión se produjeron dos nuevas violaciones con el mismo modus operandi: caras tapadas, descampados y amenazas con navaja. Además, las pruebas de ADN que se realizaron habían dado negativo.
Por ello, la Policía Nacional ha continuado trabajando para esclarecer los hechos para lo que las declaraciones de las víctimas han sido cruciales.
La Policía Nacional además asegura que se produjeron más violaciones de las que fueron denunciadas, ya que muchas mujeres, por miedo y vergüenza, no denunciaron los hechos formalmente ante las autoridades.