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La Ley de la Dependencia

Los políticos hablan de la Ley de la Dependencia como un gran progreso en el cuidado de las personas mayores, y es verdad, hasta que te hace falta y al recurrir a ella te pegan por las narices con la cruda realidad. Quiero contar un caso real, el de mi suegra, una persona de 73 años, viuda. Tiene tres hijos y una hija, pero la única cuidadora de ella es su hija, que está trabajando, y que tiene que dejarla sola por días completos de manera muy regular.

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Con idea de mejorar la calidad de vida tanto de mi suegra como de mi mujer fuimos a hablar con los servicios sociales del Ayuntamiento y con el área de Bienestar Social de la Junta de Andalucía. Ambas asistentas sociales pasaron olímpicamente del tema, no prestaron la más mínima atención. Mi suegra se cayó, con un juicio clínico de traumatismo craneoencefálico, se llevó 15 días en el hospital. Fuimos a comentárselo a ambas asistentas sociales, y ellas sólo se limitaron a pedir papeles y decir que a ver lo que se podía hacer. Supuestamente nos arreglaron los papeles para que nos concedieran la ayuda del respiro familiar en carácter urgente, que consiste en ingresarla en un centro geriátrico durante un máximo de dos meses. Un par de meses más tarde recibimos la resolución de la Junta otorgándole el nivel 3 grado 2, que es el mayor grado que se puede obtener, y por ese tiempo no había ninguna asistenta social disponible, ya que no se habían renovado los contratos de las mismas. Poco tiempo después, mi suegra se volvió a caer, provocándose otro traumatismo craneoencefálico. Volvimos a acudir a las asistentas sociales y lo único que hicieron fue pedir más papeles. Poco tiempo después se volvió a caer, esta vez se fracturó la cadera. Todavía estamos esperando tanto la ayuda del respiro familiar, como la de la Ley de la Dependencia. Mi suegra está con una cadera fracturada y teniendo que quedarse sola. Igual que ella hay muchas personas mayores, a la espera de una mísera ayuda, la cual parece que nunca llega. La Ley es una mera propaganda política y los más beneficiados son los mismos políticos.