París «no abandonará» a Betancourt pese al fiasco de la misión humanitaria
Expresa su decepción por el rechazo de las FARC y dice que «explorará todos los caminos»
Actualizado:No dio resultado el intento francés de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) accedieran a la anunciada misión humanitaria para que Ingrid Betancourt y otros secuestrados recibieran asistencia sanitaria. Un comunicado del grupo rebelde dijo que como no fue concertada con antelación no era «procedente». El Gobierno galo dijo sentir «una gran decepción», pero adelantó que, pese al revés, «no abandonará» a la ex candidata presidencial franco colombiana secuestrada hace seis años. «Vamos a continuar de una forma u otra y exploramos todos los caminos posibles para obtener la liberación de los rehenes», anunció el ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner.
El canciller galo informó de que «en un futuro bastante próximo» viajará a la zona para «una misión que sin duda será diferente» de la que acaba de fracasar, y que tendrá como objeto «reevaluar la situación» con los dirigentes de los países más implicados. No lo especificó, pero a la lógica visita a Colombia podría también seguir una a Caracas para entrevistarse con el presidente Chávez, hasta ahora el único interlocutor exitoso con la guerrilla. Gracias a su mediación seis rehenes fueron puestos en libertad unilateralmente entre en enero y febrero.
La misión humanitaria, en la que colaboraron también España y Suiza, quedaba abortada después de que el grupo armado la rechazara expresamente en un comunicado, en el que además ratificó sus condiciones innegociables: el despeje de los municipios de Florida y Pradera, y que la liberación de guerrilleros presos en Colombia y Estados Unidos «son una prioridad».
«Mala fe»
«Desde la última liberación unilateral hemos esperado el decreto presidencial ordenando el despeje militar de Pradera y Florida para concretar allí, con la garantía de la presencia guerrillera, el acuerdo de canje humanitario», decía la nota fechada el 4 de abril. Según la guerrilla, el operativo fue «el resultado de la mala fe» del presidente colombiano, Álvaro Uribe, hacia el Elíseo.
La política de 46 años integra el grupo de los 40 'canjeables', políticos, militares y tres contratistas estadounidenses, que las FARC quieren cambiar por unos 500 de sus guerrilleros presos.