Hillary pide a Bush que someta al voto del Senado su plan de futuro para Irak
El presidente recurrirá a la vía ejecutiva para aprobar el acuerdo a largo plazo que negocia con el Gobierno de Bagdad
Actualizado:Cuando George W. Bush se dirija hoy al Congreso para informar sobre sus planes en Irak se encontrará con muchos legisladores cabreados. El general David Petraeus y el embajador Ryan Crocker les comunicaron el martes que no piensan pedirles autorización para el tratado de largo plazo que negocian con Irak. La ira colectiva está abanderada por Hillary Clinton, que ayer pidió al hombre al que espera suceder que no ate las manos del próximo inquilino de la Casa Blanca.
«Tengo dos peticiones para el discurso que dará el presidente el jueves (por hoy)», entonó la aspirante demócrata en conferencia de prensa. «Primero, que conteste a la pregunta que no respondió el general Petraeus: ¿cuál es el final de nuestro juego en Irak, dado el fracaso de la escalada para conseguir los objetivos que el presidente expuso? Y segundo, le conminó a que se comprometa con el pueblo norteamericano, que tanto ha sacrificado en este esfuerzo, a que el Congreso tenga la oportunidad de revisar y votar cualquier acuerdo sobre seguridad de largo plazo que haya negociado. Bush no debe cargar al próximo presidente con un acuerdo que extienda nuestra presencia en Irak más allá de su mandato».
Sin autorización
Crocker, que supervisa esas negociaciones, informó a los senadores de que el acuerdo será firmado por vía ejecutiva. Un ejército de abogados y asesores estudia cuidadosamente la letra con objeto de que ninguno de los compromisos requiera autorización del Congreso, motivo por el que no se especificarán número de tropas o armas.
Según publica el diario británico The Guardian, que ese mismo día filtró el contenido, autoriza a las fuerzas de la coalición sin límite de tiempo «a conducir operaciones militares en Irak y detener individuos cuando sea imperativamente necesario por razones de seguridad». Con ese acuerdo se pretende reemplazar indefinidamente el actual mandato de Naciones Unidas, que expirará a final de año.
Rechazo parlamentario
Los expertos creen que el Parlamento iraquí, que a diferencia del estadounidense sí votará el documento acordado previamente, no lo aceptará. Al malestar que eso suscita entre los legisladores norteamericanos se suma el haberse enterado de los detalles por la prensa extranjera. Indignado, el portavoz del Comité de Asuntos Exteriores del Senado aseguró al resto de los miembros que antes de que acabe la semana sabrán «exactamente» lo que dice el tratado.
El general Petraus y el embajador Crocker se enfrentaron ayer a su segundo día de comparecencias, esta vez ante la Cámara de Representantes, pero ya sin la atención mediática que la víspera suscitó la presencia de los tres candidatos presidenciales a las elecciones de noviembre.
Puesto que el militar no puede prometer la prevista disminución de tropas, lo único con lo que Bush calmará hoy a los legisladores es con el anuncio de aumentar partir de ahora los turnos rotatorios de las tropas para que puedan pasar más tiempo en casa entre destino y destino.