La jueza que olvidó a un preso en la cárcel deberá indemnizarle con 103.000 euros

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado a la jueza de Motril (Granada) Adelina Entrena a indemnizar con 103.000 euros al joven motrileño José Campoy, al que absolvió de los delitos de los que fue acusado, pero olvidó ponerle en libertad, por lo que la víctima pasó 17 meses en la cárcel de manera indebida.

La sentencia dictada ayer también suspende de empleo y sueldo a la ex titular del juzgado penal durante un año, una pena inferior a la sanción disciplinaria que le impuso el Consejo General del Poder Judicial, órgano que la mantiene retirada de la carrera judicial también por el retraso en la excarcelación de presos, una decisión que está recurrida por la ex magistrada.

El juicio se celebró la pasada semana. En la vista testificaron, entre otros, el primer abogado de Campoy y el fiscal del caso, además los funcionarios del juzgado, peritos y los médicos que han tratado al ex recluso. La acusación particular pedía una indemnización de 350.000 euros para el joven motrileño, que el fiscal rebajó a los 103.000 euros que al final concreta la sentencia.Según el alto tribunal andaluz, la que fuera titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril es autora de un delito contra la libertad individual de las personas cometido por funcionario público, mediando imprudencia grave, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de su responsabilidad criminal.

La sentencia dice que la jueza disponía de conocimientos suficientes y tenía los medios necesarios para haber evitado el error. Asimismo, el fallo destaca que hubo una clara situación de dejadez por su parte, y rechaza cualquier responsabilidad de otros actores judiciales -fiscal, secretaria del juzgado o abogado- porque era obligación de la magistrada velar para que la estancia del preso en la cárcel no continuara más allá del tiempo establecido por la ley.

Adicto a la droga

El alto tribunal andaluz afirma que el preso estuvo privado de su libertad 455 días, pero no debe ser indemnizado por todos, ya que 180 de esos días le han servido para cumplir una condena anterior. Pese a todo, el recluso sufre un deterioro orgánico por su adicción a la droga, pero la sala cree que sus graves secuelas no son irreversibles.

La magistrada anunció ayer que recurrirá la sentencia del TSJA y se mostró confiada en que «al final se ganará», porque considera que no es la única culpable en lo ocurrido.