Ecologistas en Acción consideran «ilógico» que convivan proyectos de golf con restricciones de agua
Piden que se paralicen los planes urbanísticos que prevén desarrollos urbanísticos que puedan «comprometer» el abastecimiento de agua
Actualizado:Ecologistas en Acción (EA) ha considerado «ilógico» que la comarca serrana se encuentre amenazada con vivir un verano con restricciones de agua, al tiempo que se mantienen los proyectos de campo de golf en la comarca. Por ello, han solicitado que se paralicen los planes urbanísticos que incluyen campos de golf, sobre todo en municipios que cuentan con problemas importantes de suministro.
La organización estima que la Sierra afrontará un verano con amenaza de restricciones a causa de la sequía. Todo ello, pese a contar con importantes reservas y escasa población, por lo que sorprende que «haya problemas de abastecimiento que van camino de ser crónicos». «Si el año hidrológico es bueno no hay problemas, pero si no lo es, entonces aparecen las restricciones», apunta EA.
Ecologistas en Acción aseguran que hay varios tipos de sequía; coyuntural, cuando las lluvias son escasas y se resiente el campo, los cultivos, los ríos, etc; y estructural, cuando no hay agua en los embalses y los acuíferos está por debajo de su capacidad de explotación, o cuando se consume más agua de la que hay. Asegurando que en la comarca serrana se han entrecruzado este año los dos tipos, falta de lluvias y consumo por encima de las disponibilidades. Estas restricciones afectan o pueden afectar a diez pueblos, tales como Puerto Serrano, Prado del Rey, Bornos, Villamartín, Ubrique, El Gastor, Zahara de la Sierra, Grazalema, Villaluenga y Benaocaz, según adelantó LA VOZ hace unos meses.
Esta situación, consideran los ecologistas, es «paradójica», puesto que la Sierra gaditana es el sitio donde más llueve de España y algunos de estos pueblos están a orillas de pantanos. Por lo que consideran que a la falta de lluvias se une «el uso descontrolado y a veces ilegal del agua en la comarca».
Mal uso
El mal uso de las reservas subterráneas en los últimos tiempos, especialmente en Villamartín, Puerto Serrano y Arcos, ha hecho mermar la cantidad y calidad del recurso disponible, disminuyendo la capacidad para afrontar periodos de escasez. Además, los pueblos de la Sierra han experimentado un notable crecimiento urbanístico ligado a la segunda residencia, muchas de ellas con piscinas, que hace que la población flotante en periodo de vacaciones aumente notablemente, con el consiguiente incremento del consumo de agua. Así, el crecimiento incontrolado del diseminado rural en estos municipios y los «pinchazos fraudulentos de muchos cultivos de regadío han mermado las aguas subterránea de la comarca y cuando aparece el fenómeno recurrente de la sequía, afloran los problemas de abastecimiento», apunta Ecologistas en Acción.
El caso más paradigmático que denuncia EA es el de Prado del Rey, donde el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía han aprobado un PGOU que triplica la superficie urbanizable, con campo de golf incluido, que consideran que duplicará el consumo de agua. Todo ello, «mientras el pueblo lleva seis meses de restricciones», lamentan los ecologistas. Además añaden que la Agencia Andaluza del Agua, en un informe «claramente fraudulento», aseguró que Prado del Rey «tenía agua para este crecimiento urbanístico y el campo de golf». Mientras que en Arcos, la organización lamenta que exista ya un campo de golf que consume agua, mientras que la Agencia Andaluza del Agua va a hacer un nuevo sondeo en un acuífero ya «sobreexplotado». Medida que se presentó hace unos días, para asegurar el suministro de agua a la localidad y que supondrá una inversión de 2,1 millones de euros.
Reflexiones
La organización proteccionista reflexiona sobre «si en un año de sequía se ha llegado a esta alarmante situación, ¿qué pasará si se repite la sequía que se dio entre el 90 y el 95?». Recordando además que con el cambio climático todos los expertos auguran una disminución de los recursos hídricos, por lo que «es una increíble irresponsabilidad seguir aprobando urbanizaciones turísticas y campos de golf como si el agua fuera infinita». Sobre todo, porque estos modelos urbanos consumen más agua (más zonas ajardinadas, piscinas, pistas deportivas, etc.) que el modelo tradicional de asentamiento de los pueblos de la Sierra, por lo que entran en conflicto con un medio en donde el agua es un bien escaso.
Ante esta situación, desde Ecologistas en Acción optan por volver a exigir que se paralicen los planes urbanísticos que prevean desarrollos urbanísticos que puedan comprometer el futuro del abastecimiento en la zona y que puedan aumentar la presión sobre la calidad y cantidad de los recursos y sobre los ecosistemas acuáticos. Los nuevos desarrollos urbanísticos deberán justificar que poseen agua para satisfacer las demandas, tal como les exige la última modificación de la Ley de Aguas y el POTA, y si en la actualidad difícilmente se cubren las necesidades de los municipios de la comarca, «será imposible dar cobertura a los nuevos desarrollos que se basan en más viviendas secundarios y en campos de golf». Por ello, exigen a la Agencia Andaluza del Agua «mayor seriedad y rigor y que en los sucesivos informes certifique la situación de escasez de recursos en la Sierra». Igualmente, exigen que se denieguen nuevos proyectos de campos de golf en la Sierra de Cádiz y se ponga fin a esta actividad económica «tan derrochadora de agua y que conlleva tantos impactos ecológicos, ambientales, sociales y territoriales».
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