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El Granada 74 encara dos partidos claves ante de medirse a los de arriba

Tras la visita del sábado del Xerez, los granadinos viajarán a Albacete El equipo de Antonio Tapia suma tres semanas consecutivas sin marcar

M. PEDREIRA
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La caldera sigue a seis puntos de distancia pero el calor que emana del infierno sigue nublando el entendimiento del Granada 74. Conquistó un punto en Elche tras dos derrotas seguidas, se encaramó por fin al lomo de los cuarenta puntos, pero emite señales que hablan de un final de competición agobiante.

La segunda vuelta del Granada 74 es para echarse a llorar. En once partidos, con 33 puntos en juego, sólo ha sido capaz de sumar diez gracias a dos pírricas victorias y cuatro empates en el filo de la navaja. Los registros rojillos son los peores de la categoría en ese periodo y sólo El Ejido los iguala, que no empeora. Además de la pobre cosecha de puntos, la relación de los de Tapia con el gol resulta traumática desde hace tiempo. Seis tantos anotados y trece encajados en esas once jornadas de la segunda vuelta. Hasta siete encuentros sin celebrar un gol, entre ellos los tres últimos, configuran un panorama preocupante que no es definitivo gracias a la notable primera vuelta de los rojillos.

Último gol

El '74' no marca desde que Luque se sacó de la chistera en Motril aquel zurdazo desde campo propio con el que ejecutó a un Eibar timorato que se conformó con la derrota. Aquello ocurrió hace cuatro jornadas y ni siquiera se puede atribuir ese tanto al trabajo ofensivo de conjunto, sino a la genialidad de un futbolista.

El último producto goleador en el que intervino más de un jugador fue el tanto de cabeza de Martí Crespí en Castalia, tras un centro medido de Luque. Antes y después, el desierto.

El 74 se ha mostrado incapaz de elaborar un fútbol que le conceda alguna mínima garantía de pisar el área rival con solvencia. El balón le arde en los pies en casi todas las zonas del campo y ni por el centro ni por las bandas se aprecia intención de combinar para crear peligro. La defensa aguerrida y los zarpazos de Luque se perfilan como los únicos argumentos de un equipo al que las bajas, todo hay que decirlo, lo han dejado en los huesos en este segundo tramo de Liga.

El empate de Elche se dio como muy positivo por jugadores y técnico, juicio más que razonable en atención a lo sucedido en el campo. La crisis sigue ahí pero al menos se ha sumado un punto y los cincuenta ya están algo más cerca. El futuro del 74 puede jugarse en los dos próximos compromisos ligueros. En ambos se verá las caras con dos equipos instalados en puestos de descenso pero que conservan opciones de salvar la categoría, aspiración que pasa por arañar puntos a los granadinos. El Xerez, próximo rival en el Escribano Castilla, llegará con la moral reforzada después de ganar al Cádiz en el derbi.

Los xerecistas se hundieron al principio de la segunda vuelta con cinco derrotas consecutivas pero desde entonces (jornada 27) no pierden, han ganado tres de los cinco últimos encuentros y han empatado en sus dos últimos desplazamientos. Ganar al Xerez supondría alejar los fantasmas y encarar el desplazamiento a Albacete con optimismo renovado. Los manchegos también se juegan mucho, pero el colchón de una hipotética victoria de los rojillos en la jornada anterior les puede catapultar a una nueva victoria y situarlos con 46 puntos, a cuatro de la salvación.

Recta final

Esos dos partidos adquieren una dimensión mayor si se observa el calendario que le espera al 74 a partir de ahí. Numancia, Sporting, Racing de Ferrol, Real Sociedad y Celta serán los siguientes adversarios, cuatro de ellos enfrascados en la lucha por el ascenso y uno, los ferrolanos, protagonistas de una brillante remontada.