ANDALUCÍA

La policía culmina otro golpe a las redes de proxenetas rusos con 24 detenidos

Las inmigrantes eran captadas a través de falsas agencias de modelos y luego obligadas a vivir en «pisos patera» Las mafias han obtenido cerca de dos millones de euros

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La Policía Nacional ha culminado la tercera fase de la que es ya la mayor operación realizada en España contra las redes de tráfico de mujeres rusas con destino a la prostitución. Los agentes han detenido en los últimos días a 24 presuntos proxenetas, con lo que el número final de arrestados en este sumario se eleva a 76 individuos.

Todos los detenidos están imputados por delitos relativos a la prostitución, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, agresiones sexuales o blanqueo de dinero. Los más de 70 agentes que han participado en el epílogo de la operación Zarpa han capturado además a 60 inmigrantes irregulares, acusadas de infringir la Ley de Extranjería. Desde que comenzara la investigación, han sido detenidas cerca de 400 mujeres por estancia irregular y otros 53 proxenetas han sido acusados en Rusia.

Amenazas

La última fase del operativo, que se inició en noviembre del 2006, se ha llevado a cabo en Almería, Granada, Lérida y Gerona. Según informó la Dirección General de la Policía, todas las mujeres eran recluidas en 'pisos-patera'(con derecho sólo a cama) y sometidas a «estrictas normas y la amenaza de sanciones económicas» en establecimientos de las localidades almerienses de El Ejido y Roquetas de Mar. Muchas habían sido engatusadas en sus países de origen con promesas de que iban a ser modelos en España

Los investigadores han determinado que esta red estaba liderada por varios matrimonios hispano-rusos, que eran los propietarios o explotadores de los locales públicos de alterne. Los proxenetas pagaban a las redes rusas por el «uso» de las chicas. Desde 2006, los explotadores habrían remitido a las mafias rusas cerca de dos millones de euros.

La organización, sostiene el Ministerio del Interior, había creado además entidades societarias gestionadas por testaferros u hombres de paja para gestionar y dar apariencia de legalidad a la actividad ilícita desarrollada en los clubes. Blanqueaban el dinero obtenido irregularmente mediante la compra de numerosos bienes muebles e inmuebles que constan en los registros de la propiedad a nombre de los imputados.

La policía cree que la organización criminal que controlada y dirigía desde Rusia la red de prostitución habría captado en tres años para su explotación en España a unas 6.000 mujeres a partir de supuestas agencias de modelos y viajes.