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ACTO. Salinas y Martínez Camino presentaron ayer el nuevo catecismo de la Iglesia Católica . / LA VOZ.
Sociedad

El Episcopado considera que los apóstatas deben justificarse ante sus diócesis Crisis en las familias

La Iglesia Católica rechaza el servicio municipal puesto en marcha por varios Consistorios para facilitar la tramitación de la apostasía a sus ciudadanos

RAFAEL HERRERO
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El presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis y obispo de Tortosa, Javier Salinas, adelantó ayer que el Episcopado no apoya las medidas tomadas por diversos Ayuntamientos españoles para hacer efectiva la apostasía de aquellos vecinos que decidan negar la fe cristiana recibida en el bautismo. La puesta en marcha de estas mejoras permite a los interesados romper sus vínculos con la Iglesia Católica tras completar una serie de sencillos trámites administrativos en una oficina municipal abierta para tal efecto.

Salinas aseguró que los apóstatas sólo deben justificar sus decisiones ante sus respectivas diócesis y recordó que la Iglesia no rehusa cumplir la voluntad de éstos si permanecen fieles a sus convicciones. «Es una lástima que la gente quiera apostatar, pero entra dentro de la libertad de cada uno. Se habla, se razona y si la persona en cuestión mantiene invariable su actitud se hace el documento y punto», recalcó el obispo de Tortosa.

El presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis explicó que el Episcopado pretende salvaguardar las relaciones entre los fieles y la Iglesia en una decisión de tanta relevancia. «Lo único que pide la institución es que este proceso no sea algo meramente fabricado. Por esta razón, me llama la atención que exista una oficina que se dedique a hacer eso, cuando es una función que debe hacer cada persona. Al igual que uno fue bautizado personalmente, también si se quiere marchar debe decir adiós personalmente a la familia», aseveró Salinas.

El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, apoyó con su presencia las declaraciones del obispo de Tortosa.

Bautizos tardíos

El obispo de Tortosa también confirmó que durante los últimos años la Iglesia había detectado un significativo aumento de niños que recibían el bautizo con motivo de su primera comunión. Dicha práctica comenzó a expandirse hace algo más de dos décadas, cuando muchos padres españoles decidieron aplazar los bautizos de sus hijos para dejar a éstos la elección de iniciarse en la fe cristiana.

Salinas recordó que el año pasado se registraron alrededor de 8.000 bautizos realizados con motivo de la primera comunión. Dicho dato deja constancia de la relevancia que ha tomado dicha tendencia, ya que, según cifras del Episcopado, en 2007 se celebraron un total de 266.000 primeras comuniones en las distintas iglesias de España.

Crisis en las familias

Salinas reconoció además que los hábitos familiares de trasmisión de las creencias cristiana a los más pequeños habían experimentado profundas modificaciones durante los últimos años. «Es innegable que se ha producido un cambio, aunque no sé si denominarlo una quiebra. Efectivamente hay un problema de transmisión de fe, pero éste también nos da la oportunidad de despertarnos del letargo», subrayó el obispo de Tortosa.

El presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis afirmó que la Iglesia, aunque es consciente de estos problemas, continúa firme a sus creencias de que el núcleo familiar sigue siendo la base sobre la que se asienta la fe católica.

Salinas considera que dicha situación se debe a la confluencia de factores tales como las nuevas formas de trabajo, las maneras en las que se desarrolla actualmente la institución matrimonial y la dificultad de dedicar más tiempo a los hijos.