Haciendo ciencia ficción
En las páginas de la edición de LA VOZ de este pasado viernes, leo una noticia que llama particularmente mi atención, según la cual el Ayuntamiento querría que el Gran Premio de Motos fuera atrasado el próximo año, al menos hasta el mes de mayo o junio. Con esa idea persiguiéndome la cabeza, comencé a buscar en el espacio infinito una llamada telefónica que no termino de encontrar. Ante tal decepción, permítanme que en un esfuerzo imaginativo sin precedentes, transcriba el contenido de lo que sería tal llamada (para su mejor comprensión, entrecomillo los pasajes donde conversa nuestra principal regidora):
Actualizado: Guardar¿Rin, Rin, Rin! Sí dígame. «Hola. Mire, querría hablar con el dueño de las motos». Supongo que se refiere usted al presidente de la Federación Internacional de Motociclismo. «Sí ése». Un momento por favor que le paso con su Secretaria.
Sí, ¿dígame? «Oiga ¿el dueño de las motos?» Sí, soy su secretaria qué quería. «Mire, quería hablar con él». ¿De parte de quien por favor? «Mire, soy la Alcaldesa de Jerez». ¿Quién? «La Alcaldesa de Jerez. Jerez, Andalucía, España, el Mundial de Motos, el vino, los caballos, el circuito ». Ah sí, el Circuito de Jerez, un momento por favor que le paso la llamada.
Sí dígame. «Oiga ¿el presidente de las motos?». Sí, el mismo, ¿con quién hablo por favor? «Mire, soy la Alcaldesa de Jerez». Perdone pero no caigo. «Si hombre, el otro fin de semana nos presentaron en el podium del circuito de Jerez». Mire lo siento pero no le pongo la cara. «Vamos a ver, ¿recuerda usted que estaba el Rey de España?». Hombre como no, Su Majestad Don Juan Carlos, magnífico monarca. «Bueno y ¿recuerda que también estaba el Presidente de la Junta?». Ah sí, Don Manuel, muy buena gente. «Bueno pues también había una mujer que soy yo, la Alcaldesa de Jerez». Mire lo lamento pero ahora mismo no caigo. «Sí hombre, la de la chaqueta a cuadros». Lo siento pero no. «Sí, la que iba en pantalones vaqueros». Me va a disculpar pero no me fijé. «Sí hombre, la de los botines blancos». ¿Recorcholis!, haber comenzado por ahí, claro la de los botines blancos cómo no recordarla. Por cierto, que me alegro que haya llamado, pues tenía intención de hablar con usted, señora Alcaldesa, ya que he leído en la prensa que están encantados con este último mundial: que si han tenido más espectadores que nunca, que si la zona ha recibido más dinero que anteriores otras ocasiones, que si el beneficio ha sido importantísimo , pero por cierto, ¿qué quería?
«Pues mire, llamo porque nos hemos reunido acá en Jerez y hemos decidido pedirle que el próximo año pongan el mundial más tarde». ¿Para cuándo? «Bueno, sobre el mes de mayo o junio nos vendría bien, pues tan cerca de la Semana Santa la gente acaba de regresar de vacaciones y no se anima a venir hasta Jerez». Bueno vale, ya lo estudiaré, ¿quería algo más? «Ah sí, procuren que el mundial no coincida en fin de mes, que la gente aún no ha cobrado y anda tiesa de dinero». Bueno veremos que se puede hacer. ¿Se le ofrece alguna cosa más señora Alcaldesa? «Sí, sí, que procuren que haga buen tiempo, pues si llueve o hace frío no es lo mismo». Bueno, ya sabe que no depende de nosotros pero a ver que solución se nos ocurre. «Ah, por último, a ver si pueden mandarnos sólo a los moteros buenos, que últimamente se nos están colando muchos malandrines y delincuentes y tenemos que cerrar la ciudad a cal y canto, y se ven más policías que gente en moto». Vale, pues no se preocupe señora Alcaldesa, no entiendo lo de que ha sido un gran Mundial, pero tomo nota de su llamada de cara al próximo año. «Ea, pues hasta el año que viene que nos vemos en Jerez». Adiós, adiós
Secretaria. Sí dígame señor presidente. Mire, si llaman de nuevo desde Jerez diga que estoy de viaje. Cada vez estoy más convencido de que estos jerezanos no se enteran. Ya tuvimos que quitarles la Formula 1 y tras veintidós años organizando las motos, creo que va siendo hora de buscar otro circuito, aunque sea en Alburquerque.
Afortunadamente la columna de hoy sólo es ciencia ficción