La antorcha en apuros
Los incidentes que se han vivido estos días durante el recorrido realizado por la antorcha olímpica por las calles de Londres y París chocan frontalmente con los valores que debieran encarnar los cercanos Juegos de Pekín y advierten sobre las manifestaciones de protesta que podrían darse durante la propia Olimpiada dentro y fuera de los recintos deportivos. El hecho de que una ONG alemana haya solicitado la modificación del artículo 51 de la Carta Olímpica para que los deportistas puedan expresarse en defensa de los derechos humanos es un indicio de lo que puede ocurrir en China.
Actualizado:Desde el mutuo boicot protagonizado por norteamericanos y soviéticos a Moscú 80 y Los Ángeles 84, no había tenido lugar una contestación a la celebración de unos Juegos. Si las autoridades de Pekín esperaban coronar su espectacular éxito económico con la organización del mayor evento deportivo del mundo, las protestas activadas por diversas organizaciones no-gubernamentales y las declaraciones abiertamente críticas de numerosos líderes de opinión e incluso de mandatarios políticos amenazan con dar al traste con sus esfuerzos, transmitiendo a lo largo y ancho del planeta la denuncia de un régimen cuya cerrazón ofrece una imagen muy diferente de la del país modernizado y abierto al mundo que pretendían los organizadores.
China ha cometido un tremendo error al minusvalorar la coincidencia de las sociedades democráticas con los objetivos fundamentales de la Carta Olímpica -«promocionar una sociedad pacífica preocupada por la preservación de la dignidad humana»- y pensar que con espectaculares inversiones en infraestructuras aseguraba su éxito. En parte podría haber sido así de no haber reprimido con brutalidad inusitada las protestas por la ocupación de Tibet, mientras acusaba al Dalai Lama de conspiración. Lo cual ha despertado en la opinión pública mundial, además de una corriente de simpatía hacia la población tibetana, el recuerdo de que China presenta demasiadas carencias en términos democráticos como para que no sean tenidas en cuenta al calor de la competencia deportiva.