Tres menores prestarán servicios a la comunidad por el hurto de una moto

Tres menores de edad han sido condenados a prestar servicios a la comunidad por el Juzgado de Menores de Jerez, por un delito de hurto de ciclomotor. Mientras que dos de ellos se enfrentan a 50 horas de trabajo, el tercero sólo tendrá 20, gracias a que admitió su culpabilidad desde el primer momento. Como consta en la sentencia de 28 de marzo, en la madrugada del 7 de julio de 2007 los tres chavales, de 16 y 17 años, se introdujeron en los garajes comunitarios de una urbanización jerezana y, sin emplear la fuerza, se apoderaron de una moto, con intención de utilizarla temporalmente.

Poco después, agentes de la Policía Local apresaron a uno de ellos cuando todavía permanecía junto al vehículo sustraído. En su declaración, el chico admitió los hechos, corroborando la participación en los mismos de sus otros acompañantes, que momentos antes de ser detenidos habían huido del lugar en un turismo. Ambos jóvenes negaron su implicación, atribuyendo el hurto a terceras personas no identificadas.

Una versión que terminó siendo desmontada desde varios frentes. En primer lugar, como especifica el auto, no se ha encontrado ninguna razón o argumento que justifique el hecho de que el primero de los detenidos optase por mentir incriminando injustamente a sus dos amigos. En segundo lugar, la versión de este chico fue corroborada por la Policía, que aseguró que en la llamada de alerta se aludía a tres personas, y cuando los agentes llegaron vieron a un turismo huyendo a gran velocidad.

Además de todo esto, en el lugar en cuestión se encontraron otras dos motos, pertenecientes a dos de los menores inculpados. En la declaración de los dos que no fueron capturados, los funcionarios municipales pudieron certificar diversas contradicciones que terminaron por desmontar sus versiones.

Rebaja en la pena

Según el documento, el hecho de que el primero de ellos se declarara autor del hurto ha sido valorado «positivamente», porque «desde un primer momento reconoció el hecho y se ratificó en sus declaraciones anteriores, en el acto solemne de la audiencia pública». Algo que el magistrado titular tuvo en cuenta a la hora de imponer la condena, no como en el caso de los otros dos jóvenes, que «mantuvieron su negativa a admitir los hechos hasta el último momento». Contra la sentencia cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Cádiz.