Creador de un arte en hierro

Simon Lukic es un inglés que prefiere tener los callos en las manos mejor que en el cerebro. Cuestión de gustos. Estudió arqueología, pero pronto comenzó a trabajar en Londres en un taller de forja.

Por casualidades de la vida, acabó trabajando como asesor del actor Orlando Bloom en la película El Reino de los Cielos, donde interpretaba el papel de un herrero. «Estuve en varias ciudades de España, como Sevilla, Huelva o Madrid. Pero acabé enamorándome de Jerez. Es una ciudad que está muy próxima al campo. Si te subes al templete de la Alameda Vieja, ves al fondo las tierras de albariza. Eso no se puede decir de muchas ciudades», subraya Simon.

Lleva cuatro años buscándose la vida por la ciudad. De todo un poco. «He trabajado de peón de albañil y también he estado haciendo cosas de mi profesión, pequeños encargos en hierro», comenta. Se considera un artesano de la forja. Nada de nuevas tecnologías. «Me gusta marcar siempre con remaches y no soldar nada. Es más puro», dice. Y cuando se le pregunta por su especialidad dentro del trabajo de hierro, se considera como un autor de «forja orgánica. Me gusta que mis trabajos no rompan la estética del lugar donde van a ir colocados. Si he de hacer unas rejas para un patio andaluz, pues suprimiría todas la líneas rectas para colocar en determinados lugares pequeñas flores de hierro, que no rompieran con la armonía de entorno».

Ahora toca abrirse hueco en el su profesion dentro de nuestra ciudad. Para ello, Simon anda buscando un lugar apropiado para montar su propio taller. El yunque, el martillo y el fuego no deben faltar en su lugar de trabajo. «No me asusta el trabajo. Sé que es una dedicación dura, pero lo cierto es que me gusta mucho mi profesión y me encanta el clima de Jerez. El calor no me asusta», argumenta.

Parte de sus trabajos y un lugar de contacto se pueden encontrar en el hotel Chancillería, en la calle del mismo nombre, donde Simon ha realizado distintos trabajos de forja.

Aparte del clima, Simon quedó prendado de ciertos trabajos de forja en la ciudad. Una preciosa obra de Hermández Rubio como es la farmacia de la calle Larga y «la maravillosa estación de trenes; lástima que ahora no se hagan cosas así», concluye.