Fallecen dos albañiles al derrumbarse la casa cueva en la que trabajaban
Los operarios se disponían a tirar un muro de la vivienda cuando el techo se desplomó
Actualizado: GuardarDos albañiles de nacionalidades francesa y rumana, de los que no trascendió la edad ni la identidad, fallecieron ayer por aplastamiento al desplomarse sobre ellos el techo de la casa-cueva en la que hacían reformas en el número 3 del paseo de la Constitución de la ciudad murciana de Águilas.
Fuentes del Gobierno de Murcia informaron de que el suceso se produjo sobre las 11.00 horas cuando los operarios procedían al parecer a tirar un muro de la vivienda, de tres plantas y excavada en parte en el peñón de El Roncaor, a escasos metros de la orilla del mar. El propietario de la vivienda alertó del suceso al Centro Coordinador de Emergencias y tuvo que ser atendido de una crisis de ansiedad por los sanitarios que se desplazaron al lugar del siniestro, hacia el que también se dirigieron bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento, voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja y agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil.
El operativo de salvamento se inició minutos después del derrumbamiento y estuvo supervisado por el director general de Protección Civil del Gobierno de Murcia, Luis Gestoso, que confirmó el fallecimiento de los dos albañiles pasadas las diez de la noche, tras once horas de tareas infructuosas de un equipo de casi 30 bomberos. Perros adiestrados de la brigada canina de Protección Civil en Cartagena detectaron a mediodía los lugares en los que podían encontrarse sepultados los dos obreros, situados entre sí a cuatro metros de distancia y cubiertos por toneladas de roca desprendida de la galería central de la casa-gruta.
El director general de Protección Civil indicó que se investigan las causas del accidente y resaltó que diversos expertos desplazados al lugar del siniestro advirtieron de que la sequía que afecta al municipio provocó que bajaran las cotas del nivel freático, «que todo esté muy reseco y que pueda desmoronarse como un azucarillo», en referencia al cerro en el que estaba excavada la casa. Gestoso también señaló desde primera hora que existía riesgo cierto de que pudiera derrumbarse parte de la montaña en la que está excavada la casa-cueva, aunque confirmó que no sería desalojado ninguno de los inmuebles anexos. En los momentos siguientes al desplome se acercaron hasta el lugar del suceso los familiares de las dos personas sepultadas, que tuvieron que recibir asistencia psicológica.