El invierno más seco de las dos últimas décadas deja los pantanos gaditanos al 28% de su capacidad

Éste ha sido el invierno más seco en la Península Ibérica desde que se tienen registros. O lo que es lo mismo, desde hace 20 años. La falta de precipitaciones constatada la semana pasada por la Agencia Estatal de Meteorología, que ha puesto en alerta al Ministerio de Medio Ambiente, también está pasando factura a los pantanos gaditanos, que se encuentran en sus niveles más bajos de los últimos cuatro años, que es el tiempo transcurrido desde que empezó el periodo de sequía.

Los 918 hectómetros cúbicos que acumulan en abril los embalses de la Cuenca Atlántica Andaluza (sumando los de Cádiz y Huelva) están muy lejos de los 1.600 de la media de los últimos 10 años, según los datos del Observatorio de la Sequía del Ministerio de Medio Ambiente. Pese a todo, los embalses del Guadalete y el Barbate que abastecen a la provincia acaparan 468 hectómetros, que permiten un respiro para el consumo de unos dos años, según las previsiones de la Agencia Andaluza del Agua, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta.

«El dilema es sencillo. Hace cuatro años que apenas entra agua en los embalses. Éste no es un problema que se arregle con dos o tres días de lluvia, sino que es un problema serio», recuerdan desde la Agencia Andaluza del Agua.

La «grave escasez de precipitaciones» desde el inicio del presente año hidrológico, que comienza en octubre, ha provocado que en estos momentos «todas las cuencas andaluzas salvo la Atlántica-Huelva presenten un déficit de recursos de 718,5 hm3 respecto al año pasado», explican desde la Consejería de Medio Ambiente. Sin embargo, el buen dato de la Cuenca Atlántica responde a las cifras de los pantanos onubenses, que son de los pocos que se salvan de la quema en la región, al contar con un 66,3% de sus reservas y 450 hectómetros cúbicos.

Una situación que contrasta con la de la provincia de Cádiz: sus embalses se encuentran al 28,6% lo que supone 14 puntos menos que hace doce meses, cuando ya habíamos entrado en el tercer año de sequía. La fortaleza del sistema hídrico gaditano, que cuenta con 2,5 veces más capacidad que el onubense, hace que, paradójicamente, con sólo un 28,6% de las reservas, almacene más agua -468 hm3- que el sistema de Huelva.

Teniendo en cuenta las necesidades de la Bahía de Cádiz, que también nutre a Jerez y numerosos pueblos de la Costa Noroeste y la Janda, y que son de uno 90 hectómetros cúbicos para consumo humano, la Agencia Andaluza del Agua calcula que la provincia tiene reservas para unos dos años.

Y es que el grueso del consumo se destina a los regadíos, cuyo buen comportamiento en los últimos tres años ha permitido un importante ahorro. «Las buenas prácticas, los acuerdos con los regantes y la modernización de los regadíos permitieron el año pasado ahorrar entre un 10 y un 15% del agua. Durante este año será necesario llegar a acuerdos parecidos para reducir el consumo. Los agricultores saben que todo lo que ahorren lo tendrán para el año siguiente», resumen desde la Agencia Andaluza del Agua.

Desde el inicio del año hidrológico, las escasas lluvias han tenido poca incidencia, de tal manera que las reservas embalsadas sólo se han incrementado en 187 hm3 en toda Andalucía. El conjunto de Andalucía se encuentra al 35,3% de su capacidad total de embalse. El año hidrológico 2007-2008 se está desarrollando con importantes déficits respecto a las lluvias medias de un año normal, con una carencia de precipitaciones generalizada, salvo en algunos puntos de las provincias de Málaga y Almería.

Para paliar estos problemas, la Consejería va a invertir casi 50 millones de euros en infraestructuras hidráulicas en la provincia, que beneficiarán a algo más de un millón de personas en casi una veintena de municipios. 13,5 millones de ese presupuesto se lo llevará el nuevo ramal de abastecimiento de agua potable desde San Cristóbal a Montealto.

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