La plaza de San Juan de Dios
Desde pequeño sentía una especial atracción por la plaza de San Juan de Dios. En el circuito de mis juegos infantiles, las farolas de la plaza nos servían de lugar de encuentros, y día a día, año tras año, escudriñaba con la vista el hermoso Hospital hasta que se me quedó grabado para siempre. Mi padre paraba en el bar Pedrín y desde la ventana donde habitualmente se sentaba, se veía escrita una frase en la entrada del Hospital que me invitaba a pensar .¿Hospital de Misericordia! Con el paso del tiempo me interesé por su historia y me gustó.
Actualizado: GuardarUna historia gaditana muy desconocida pero que merece la pena sacarla a flote y ponerla en valor; ahora más, que el Ayuntamiento piensa remodelar la plaza acorde a los tiempos que corren. Ocasión de oro para que el Hospital de San Juan de Dios recobre el protagonismo perdido, por su historia, sus hechos y avatares. Sobre todo, hay que dar a conocer su hermosa Capilla-Oratorio, joya del barroco gaditano del siglo XVlll.
Por aquellos entonces era la plaza de la Corredera del Águila donde había un ermita, más tarde, de la Misericordia y Hospital que atendían a los más pobres y desheredados con fondos de las limosnas de la pujanza americana. Cuando llegó el Conde Esex a Cádiz y lo arrasó todo, también se lo llevó todo dejando a los hermanos sin un ducado siquiera. Y ahí surge la picaresca gaditana. Para ganar dinero y mantener el Hospital crean y funda en la calle Novena, el Corral de Comedias.
Un teatro popular que con frecuencia producía roces entre los propietarios y la autoridad eclesiástica. En los primeros años del siglo XVll el teatro producía en verano 14.000 reales y la entrada valía tres cuartos. Toda una bella historia para una plaza de San Juan de Dios que es el escaparate de Cádiz. Una típica plaza gaditana cargada de simbolismo y de nostalgia.