Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizJerez
Jerez

La rehabilitación del histórico casco bodeguero permitirá construir un hotel

La bodega quiere trasladar la fase industrial de la producción a las afueras para facilitar la logística y «para apostar de lleno por el turismo enológico»

M. J. P.
Actualizado:

El enclave de la bodega Herederos de Argüeso en pleno centro de Sanlúcar es «al mismo tiempo una ventaja y un inconveniente», recalca José Antonio Sánchez Pazo, quien detalla que los problemas están todos relacionados con «la logística o la distribución, que se hacen muy complicadas en esta zona».

Según explica, «no podemos cargar grandes camiones en estas instalaciones, hay que llevarlas a otra zona y pagar un sobrecoste; si hay que traer botellas hay que hacerlo sólo a ciertas horas; y ni siquiera podemos diversificar el negocio, produciendo brandy, por ejemplo, porque no podemos almacenar alcohol en el centro de la ciudad».

Por ésas y otras muchas razones, Herederos de Argüeso va a trasladar toda la fase industrial de su producción -embotellado y últimos tratamientos- a las instalaciones que la empresa posee en la carretera de Chipiona.

Ese movimiento, además de facilitar el trabajo y abaratar los costes, también abre la puerta a nuevas posibilidades de negocio para la casa sanluqueña. Así, según detalla el director general, una de las apuestas más importantes que quiere hacer esta empresa es por el turismo enológico, «en cuyas posibilidades creemos firmemente».

Por eso, en paralelo al traslado de parte de la producción a otras instalaciones se hará la rehabilitación del enorme núcleo bodeguero que se extiende a lo largo de casi dos manzanas con 14.000 metros cuadrados.

De este modo, el magnífico espacio que se ubica en lo que fue el claustro del antiguo convento de Santo Domingo -y al que la Desamortización acabó dando uso bodeguero- dejará de albergar depósitos de acero inoxidable y se convertirá en una gran sala de celebraciones junto a la que se va a construir un pequeño hotel «con encanto», de unas 28 habitaciones y con el que esta empresa podrá «explotar el filón turístico que tan buenas perspectivas tiene en Sanlúcar, donde además se combinará este atractivo enológico con la gastronomía», destaca Sánchez Pazo, que recuerda que «Bajo de Guía está a sólo 500 metros».

En este proceso, se rehabilitarán los artesonados policromados de los techos, que datan del siglo XVI, y se dará uso al magnífico jardín interior.

Hay que recordar que Herederos de Argüeso ya cuenta con atractivos turísticos como la tienda que se reformó recientemente, y en la que la modernidad y una imagen actual se combinan con un despacho tradicional de vino al que acuden los vecinos con sus propias garrafas. Este establecimiento, que desde este mes está previsto que tenga horarios fijos, seguirá estando en los bajos del futuro hotel.

Además, la reforma también busca duplicar la capacidad de almacenamiento de vino de la sede de la calle Mar. Y es que a los 2.000 metros cuadrados de bodega actuales se unirán 2.500 nuevos en los que envejecerán 3.000 botas de roble que se unirían a las 3.500 ya existentes en enclaves espléndidos como El Refectorio o La Sacristía, en la que descansan las soleras de las marcas señeras y cuya pared da a la sacristía del convento.