![](/cadiz/prensa/noticias/200804/07/fotos/024D1CA-ESP-P1_1.jpg)
El PSOE ve en Bono al hombre capaz de tender puentes con el PP
Sus colaboradores más directos creen que su forma de trabajar puede ayudar a acercar posiciones
Actualizado: GuardarNueva legislatura, nuevo presidente del Congreso y nuevo estilo. José Bono tendrá la primera oportunidad de mostrar con qué talante va a dirigir la cámara baja durante los próximos cuatro años en el debate de investidura de este martes. Su llegada a la cúspide del poder legislativo no dejó indiferente a nadie. Molestó a los nacionalistas, preocupó al PP y dividió las opiniones entre los socialistas. Nadie espera que su conocido afán de protagonismo vaya a influir en el clima de la legislatura.
Bono dice no sentirse humillado por ser el presidente del Congreso con menos respaldo parlamentario de la democracia ni por el ser el primero que es elegido sin mayoría absoluta. Sus colaboradores recuerdan que ha sido así por expresa decisión de José Luis Rodríguez Zapatero y de la dirección del PSOE, que no quisieron contraer hipotecas con nadie ni para elegir a la máxima autoridad de la cámara ni para la investidura. La tercera autoridad del Estado asegura que no piensa cobrarse revanchas por su poco lucida elección o que ese hecho vaya a mediatizar su labor.
Rodríguez Zapatero volvió a demostrar con la elección de Bono que no da puntada sin hilo. El líder socialista quiere marcar distancias, que no romper, con el nacionalismo y acercarse al PP, una estrategia en la que el nuevo presidente del Congreso encaja como un guante y se mueve con comodidad. Ya ha anunciado que pretende rehacer los puentes de entendimiento con los populares que saltaron por los aires a partir de 2004.
Hacia el 'estilo Bono'
En ese terreno, Bono, pese a que su papel es institucional y no político en el sentido estricto de la palabra, puede ayudar a acercar posiciones, coinciden unos y otros.
¿Habrá 'estilo Bono' en el Congreso como lo hubo en la Junta de Castilla-La Mancha o en el Ministerio de Defensa? Sus colaboradores niegan la mayor: no existe, dicen, tal estilo aunque tiene una forma de trabajar y una personalidad muy acusadas.
No piensan lo mismo los nacionalistas, que ven en el nuevo presidente de la Cámara la encarnación del españolismo más rancio. El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, además de endosarle el calificativo de «cabestro», no olvida su mención al «listín telefónico» para «atizar» al nacionalismo periférico. Cree asimismo que será una personalidad «controvertida» en esta legislatura.
El representante de Esquerra Republicana, Joan Ridao, también augura disputas con el presidente del Congreso porque va a insistir en el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara, aunque con una argumentación más jurídica, más sutil y alejada de la tosquedad dialéctica empleada por Joan Tardá en la pasada legislatura. Ridao, no obstante, se quedó de piedra cuando tras la elección de Bono, éste le comunicó que era «la primera persona con la que quería reunirse» para disipar equívocos.
El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, sacó una impresión positiva del primer discurso del presidente del Congreso y su tono humilde. «Es un buen principio», comentó a los suyos, aunque tampoco quiso echar las campanas al vuelo porque ya llegarán los momentos en que deberá mostrar su verdadero rostro.
Legislatura apasionante
En el PP no quieren vaticinar si esta legislatura será más pacífica que la anterior, pero aplauden la «buena disposición» que Bono ha mostrado con los restantes miembros de la Mesa. «He encontrado a José Bono muy dispuesto a trabajar y colaborar para que de forma conjunta podamos mejorar el futuro de los españoles desde nuestro puesto en la cámara», comenta Ana Pastor, vicepresidenta segunda del Congreso, quien precisó que «cada legislatura es un momento distinto y esta va a ser apasionante porque el Gobierno está en minoría y tiene enfrente al mayor grupo de la oposición que nunca ha habido».
Los socialistas no albergan ningún temor con el nuevo presidente. El secretario de Organización, José Blanco, está convencido de que Bono «será capaz de meterse a todos en el bolsillo» porque es una persona de «gran habilidad para las relaciones personales». En el PSOE estiman que su gestión tendrá un marchamo similar a la de Federico Trillo, con el que comparte trayectorias inversas.
El PSOE asume «sin complejos» que Zapatero salga en segunda votación
El Congreso albergará esta semana la segunda investidura de José Luis Rodríguez Zapatero como jefe del Gobierno, pero, a diferencia de 2004, todo indica que ahora será en una segunda votación que el PSOE asume sin complejos y convencido de que los acuerdos puntuales con otros grupos llegarán durante la legislatura.
Será el martes cuando, a partir de las 12.00 horas, Zapatero subirá a la tribuna del hemiciclo para exponer su programa de gobierno para los próximos cuatro años en una intervención en la que, de acuerdo con las prioridades que ha avanzado, es previsible que haga especial hincapié en la activación de la economía y el desarrollo de medidas de carácter social.
La ronda de contactos que ante la investidura han mantenido durante los últimos días el Rey, por un lado, y el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, por otro, con los dirigentes de los partidos con representación parlamentaria, ha ido acercando cada vez más la posibilidad de que Zapatero necesite una segunda votación.
El PP, en boca de su líder, Mariano Rajoy, ha dejado públicamente abierta la posibilidad de una abstención, en lugar del voto en contra de hace cuatro años.
No obstante, tanto fuentes socialistas como del Partido Popular dan por hecho que, finalmente, el voto de los diputados del principal partido de la oposición será un «no» a Zapatero.
La clave para que pudiera ser investido en primera votación es el PNV, ya que sus seis diputados, sumados a los 169 del PSOE y los dos del BNG le permitirían alcanzar la mayoría absoluta de la Cámara, fijada en 176 escaños.
Sin embargo, desde la fecha de las elecciones hasta ahora se ha ido enfriando esa posibilidad, y las conversaciones entre representantes socialistas y nacionalistas vascos se han visto afectadas por el «ruido» procedente de la negativa del PNV a apoyar la moción de censura contra la alcaldesa de ANV en Mondragón por no condenar el atentado en el que fue asesinado el ex edil socialista Isaías Carrasco.
Así las cosas, el PSOE ha ido asumiendo que, salvo un improbable cambio de actitud de última hora, Zapatero será investido a la segunda (el viernes día 11), algo que las fuentes del PSOE consultadas asumen «sin complejos» y que no resta un ápice de legitimidad ni de autoridad al jefe del Gobierno.