Denuncia inapelable
Actualizado:as palabras de Ana Iríbar en el acto de homenaje a su marido Gregorio Ordóñez, dirigente del PP asesinado por ETA, resonaron como un aldabonazo en el Parlamento Vasco que ha tardado 13 años en colocar una placa de recuerdo de quien fue un luchador por la libertad de Euskadi. Las palabras de una mujer valerosa y digna como Ana Iríbar, que mostró su desprecio hacia el lehendakari Ibarretexe podrán parecer crudas y contundentes, pero encierran una denuncia inapelable hacia quienes durante años han dado muestras de cobardía y deslealtad respecto a las víctimas del terrorismo de ETA y, especialmente, a un presidente de la Comunidad Vasca que se inhibió del acto en una imperdonable falta de respeto hacia uno de los grandes luchadores por la libertad de los hombres y mujeres del País Vasco.