ESPAÑA

El Obispado de Ciudad Real fuerza que una lesbiana sea expulsada de una cofradía

La Hermandad de la Virgen de la Encarnación de Abenójar (Ciudad Real) ha expulsado a su vicesecretaria por ser lesbiana, condición que el Obispado de Ciudad Real considera escandalosa e impropia de un miembro de este tipo de cofradías. La afectada por esta decisión es María A.R., una peluquera de este pueblo de 2.000 habitantes que lleva 15 años conviviendo con otra mujer con la que se casó en febrero de 2007.

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Cuando esta hermandad la eligió como vicesecretaria, sin que ella se presentara candidata, comenzó su particular calvario. El párroco del pueblo le aconsejó que se diera de baja de la hermandad por voluntad propia, «para que nadie se enterase, pero yo me negué», relata.

Después el Obispado remitió un escrito a la junta directiva de la hermandad exigiendo su expulsión por su «conducta manifiestamente escandalosa», a pesar de que pertenecía a ella desde que nació hace 54 años.

Impugnación

María ha impugnado la decisión de esta junta directiva de echarla, su caso está en manos de un abogado y no descarta acudir a los tribunales «si hace falta». «Soy cristiana pero van a hacer que reniegue de mis principios, porque este tema me duele en el alma y que me haya casado con otra mujer no es motivo de escándalo en este siglo XXI», se lamenta esta peluquera, que hoy domingo recibirá el apoyo de decenas de vecinos en la tradicional romería de la Virgen de la Encarnación, en la que vestirán camisetas donde se podrá leer «Encarnación, sin discriminación».

«Gracias a Dios, hoy vivimos en libertad y democracia», afirma María cuyo caso es similar al de otra mujer: una divorciada a la que no se le ha permitido acceder al cargo de hermana mayor, asignado por sorteo, por haber roto su matrimonio.

María dice que se siente «defraudada» por la decisión adoptada por la Iglesia y que le entristece que hayan hecho eso con ella porque viene de una familia de tradición cristiana y siempre se ha sentido muy cristiana.

María afirma que con esta situación lo está pasando mal, tanto por su familia como por sus amigos y el pueblo en general, que mayoritariamente la ha apoyado en este asunto. «Nadie me ha dicho a mí que no esté conmigo», dijo la afectada.