«Me acabo de estrenar, para sentirme cómoda tengo que relajarme»

Hablar del sexo con claridad y sin dramatismos le reportó una gran popularidad en televisión. Efectiva consultora sexual sin proponérselo, Lorena Berdún no es de las que se pone objetivos ni metas, pero, sin dar por cerrada ninguna etapa profesional, afronta los desafíos que le proponen. Así, tras debutar como actriz en Con dos tacones, la mediática sexóloga y psicóloga se acaba de estrenar como entrevistadora con Balas de plata, espacio que el jueves lanzó TVE 1 con éxito. Berdún acertó con las dos primeras balas que tiró a Pepa Bueno e Imanol Arias porque logró, en la franja de medianoche, la atención de 1,6 millones de personas, con una cuota de pantalla del 16,3%.

-¿Qué es Balas de plata?

-Una charla distendida, amena y amigable con personajes de la vida política, social y cultural española. Es un espacio muy sencillo con el que queremos sacar los aspectos menos populares de personajes muy conocidos. No tiene mucho más. Es un cara a cara con los invitados con los que queremos pasar un momento tranquilo.

-Los primeros son de la Casa.

-Tenemos absoluta libertad para sentar en el sofá a personajes que nos interesen y a los que queremos escuchar. No estamos condicionados por la promoción, contaremos con gente de TVE y de cualquier otra televisión. Luz Casal, Plácido Domingo, Juan Echanove, Isabel Coixet, Nacho Duato y Rodolfo Chikilicuatre están confirmados. Además, hay que tener en cuenta las agendas. Lo de Imanol Arias ha sido algo romántico, porque también estuvo en la primera emisión de Dos rombos.

-Un tú a tú a palo seco.

-Sí. No hay actuaciones musicales, salvo que venga un músico y quiera interpretar un tema.

-¿Se hablará de sexo?

-Si el entrevistado quiere o el tema sale, ¿por qué no?

-Una curiosidad ¿de dónde viene el título?

-De una canción de Diego Vasallo que me gusta mucho.

-Algunos le han colgado la etiqueta producto Pons, en relación al director de TVE, Javier Pons.

-No lo soy. Le conozco desde que hicimos Los 40 Principales y luego trabajamos juntos cuando él estaba en El Terrat y ahora en TVE. Siempre me he sentido muy a gusto.

-Las entrevistas son un género clásico de la televisión ¿Cuáles son sus referencias?

-Todas las que he vivido, escuchado y visto. Yo aporto lo que soy, quiero hacer entrevistas bonitas, cariñosas y lo más especiales posible.

-Ya, pero, entre Julia Otero y Jesús Quintero...

-No me quedo con ninguno. Son muy diferentes, aunque los dos hacen espacios de autor que impregnan de su personalidad. Quintero es único, inimitable. Mi historia es distinta, pero también vamos a intentar que Balas... sea un programa de autor.

-La entrevista es un género muy agradecido, pero muy complicado.

-En Dos rombos hacía una entrevista cada semana, tengo cierta experiencia. Eso sí, pequeñita. Se trata de preguntar, escuchar y conversar con el estilo de cada uno. Es un género muy difícil y también apetitoso con el que me tengo que ir haciendo. Me acabo de estrenar, para sentirme cómoda tengo que relajarme y así demostrar de lo que soy capaz.

«Sin cuestionario previo»

-¿Cuál es su estilo?

-¿Qué te voy a decir yo? Siempre intento trabajar con cariño y soy una persona cercana, a la que le gusta charlar.

-¿Hay demanda de este tipo de productos?

-Sí. Yo creo que el espectador quiere escuchar a actores, directores, deportistas, músicos, escritores, jueces y políticos. El que viene lo hace sin cuestionarios previos ni temas cerrados, porque no queremos que se pierda nada en la charla.

-Antes, el late night era la sesión televisiva más relajada.

-Es mi hora y creo que está menos sujeta a las audiencias. No estamos mediatizados por los números y tampoco por la competencia.

-Cuando se habla de comunicadoras del sexo siempre salen dos nombres: Elena Ochoa y Lorena Berdún.

-No me importa que me conozcan por eso, poco a poco se irá diluyendo. Fue una etapa tan bonita, me lo pasé tan bien e hice lo que quise. Soy lo que soy y de todo lo que he hecho estoy muy orgullosa. Pero estaría bien que no me quedara sólo en eso porque he hecho muchas cosas.