Sociedad

La cirugía percutánea ha reducido las operaciones a corazón abierto

El implante de válvula aórtica transcatéter es el último avance en las intervenciones percutáneas que se llevan a cabo en Policlínica Gipuzkoa, un centro que ha conseguido reducir a la mitad las operaciones a corazón abierto en la última década, con las ventajas que ello ha supuesto para los cientos de guipuzcoanos que han pasado por sus quirófanos en la última década.

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Juan José Goiti, cirujano cardiovascular con cientos de operaciones a sus espaldas, explica que «por motivos fundamentalmente estéticos, la medicina tiende a reducir al máximo el tamaño del corte que hay que practicar para intervenir. Eso es común a todas las cirugías, aunque en la cardiaca tenemos algunas limitaciones, porque el corazón está muy bien protegido y para hacer muchas cosas necesitamos tener un acceso amplio. Por eso, aunque la técnica siga avanzando como hasta ahora, será casi imposible que llegue a desaparecer la cirugía convencional que requiere de la apertura del tórax».

Cámaras como ayuda

En los últimos quince años la técnica ha revolucionado la cirugía. «Ahora contamos con cámaras con una calidad de imagen espectacular, los stents son una maravilla... El campo de las angioplastias es el que más se ha beneficiado, pero también han surgido las técnicas endoscópicas para sacar venas para el by-pass, las endoprótesis aórticas, ahora el implante de válvulas... Y aún queda mucho camino por recorrer», señala Goiti.

Las nuevas formas de operar requieren de una colaboración directa entre cirujanos y hemodinamistas, que son los expertos en el manejo de los catéteres, imprescindibles en la cirugía poco invasiva. En Policlínica, esa convivencia se desarrolla con naturalidad. «Muchas veces los cirujanos pueden tener reticencias ante la extensión de las nuevas técnicas porque quitan protagonismo a su labor tradicional, pero en Policlínica miramos por el bien del paciente y nos compenetramos sin problemas.

Lo que también están cambiando son los quirófanos convencionales, ya que ahora se tiende hacia salas mixtas que tengan la calidad de imagen de hemodinámica y la posibilidad de convertirse en un quirófano si surgen problemas. Lo básico es asegurar la vida del paciente». En los nuevos quirófanos de Policlínica, inaugurados en octubre del año pasado, se realizan un centenar de implantes de válvula, 2.400 cateterismos y 1.700 coronariografías cada año.