Qué ridículo más absurdo

pesar de que no entiendo nada, sí he podido llegar a la conclusión de comprobar lo fácil que es crear una polémica de la manera más absurda. Si ya de por sí, un Xerez-Cádiz va a centrar toda la atención de buena parte de la provincia gaditana y la de Andalucía, cuál es el motivo para semejante metedura de pata con las entradas, hasta el punto de que cerca de unos 20 aficionados cadistas hayan decidido denunciar al Xerez por considerar que su directiva ha tenido un trato discriminatorio con ellos en lo que a los precios de las localidades se refiere. No les falta razón. No se entiende que las mismas entradas cuesten el lunes 18 euros y, de repente a mitad de semana, 30. No entiendo cómo es posible haber cometido semejante error. No tiene sentido haberse equivocado cuando al parecer Joaquín Morales tenía muy claro que trataría a los cadistas del mismo modo que ellos trataron a los jerecistas. Se les iba a dar el mejor sitio, igual que en Carranza; se les iba a dar 292 entradas, la misma cantidad que los azulinos recibieron, y se iban a poner a 30 euros, cosa que se ha tenido que rectificar. Si desde un principio esa iba a ser la jugada, ¿cuál es el porqué de generar tal confusión? El presidente del Xerez argumenta que si ponen las localidades más baratas se estaría traicionando al jerecismo. No sé entonces cómo denominar el poner día del club al derbi, es decir, el hacer pagar a los suyos un partido que debería ser gratis, tal y como le marchan las cosas al equipo. Más que nunca estos colores necesitan el apoyo de los suyos y, desde luego, a éstos no se les facilitan las cosas. Se aprovechan de los azulinos mientras que a los amarillos los toman por tontos y, encima se propicia que ambas camisetas se puedan mezclar en las gradas de Chapín, algo que sería muy bonito de ver pero peligroso en la realidad.