Respeto a la norma
La democracia parlamentaria se basa en la primacía de las decisiones mayoritarias y en el respeto que merece la posición de las minorías. Los reglamentos de las Cámaras legislativas en nuestro país y su funcionamiento real brindan un apreciable marco de participación a las formaciones menores que, en algunos aspectos como el tiempo disponible en los debates, tiende a equipararse al de los grandes partidos. Por perfectibles que sean las cláusulas reglamentarias destinadas a preservar el protagonismo de las minorías, en ningún caso cabe afirmar que éstas se encuentren orilladas en la vida parlamentaria. Por eso mismo, los movimientos que estos días se anuncian para violentar la literalidad de las reglas internas del Congreso de los Diputados y reacomodar con grupo propio a formaciones que por su número de escaños estarían obligadas a integrarse en el Mixto merece cuando menos un reproche. Como lo merece el hecho de que pueda haber una formación como el PNV agraciada por el favor socialista para tener grupo en el Senado cuando cuenta sólo con cuatro de los diez senadores que precisaría para formarlo.
Actualizado: GuardarEl préstamo temporal de diputados de un determinado grupo político para que pueda constituirse otro con miembros destinados en principio al Mixto es un recurso utilizado desde 1986. Pero a estas alturas sería mejor que los reglamentos parlamentarios se modificaran en cuanto a la composición y funcionamiento del Grupo Mixto, adecuándolos al número de las formaciones y electos que lo integran, que continuar sorteando la norma con una estratagema que se emplea más en función de determinados intereses partidarios y, en última instancia, de la conveniencia del partido en el gobierno, que para proteger el derecho de las formaciones minoritarias.