Aprendiendo a emprender

Telebocata. Tal y como suena. Ese es el nombre que han elegido para su primera iniciativa empresarial una veintena de estudiantes de quinto curso de educación primera del colegio chiclanero Carmen Sedofeito.

En concreto, la idea nace a raíz de un programa de agrupamiento escolar que subvenciona el Ministerio de Educación. Rápidamente el tutor de los pequeños de estos niños de entre diez y doce años recoge el guante. Ricardo Hernández es el principal impulsor de un proyecto de emprendedores que él considera «ayudará a inculcar la cultura empresarial y del esfuerzo en los niños».

Dicho y hecho. La clase entera se vuelca con la idea, y comienzan a trabajar. Todos realizan una primera aportación económica de diez euros para poner en marcha la sociedad, que queda finalmente constituida como cooperativa donde todos trabajan y todos se reparten luego los beneficios.

El resultado económico, de momento, es alentador. «Ya tenemos recaudado 250 euros», asegura María, una de las chicas que ejerce como vocal de esta curiosa iniciativa empresarial.

Telebocata funciona repartiendo bocadillos a domicilio. Concretamente su principal fuente de ingresos es ahora mismo la venta de este alimento típico en el colegio; «también vendemos a nuestros compañeros las bebidas», reconoce Iván, otro de los participantes en esta idea.

Lo cierto es que los chavales se han integrado perfectamente en un proyecto que ha contado desde el principio con el respaldo de la delegación municipal de Educación. Incluso, ésta ha mediado para cederles las instalaciones de Campano, donde podrán pernoctar los alumnos de otro centro educativo de Valencia que realiza una actuación similar a la del Carmen Sedofeito y que visitará el centro la semana próxima.

De momento, tanto el tutor del curso como los alumnos convertidos en empresarios durante los dos años que dure su aventura se muestran convencidos de que finalmente podrán llevar a Telebocata al éxito. «Ellos han creado incluso un puesto de trabajo, la señora que les hace los bocadillos», bromea Ricardo Hernández. Además, y como metología didáctica, los escolares «están aprendiendo a elaborar presupuestos, seleccionar el personal adecuado o a repartirse las funciones propias de una empresa», asegura el docente y tutor.