Modernos
Que Cádiz se está modernizando es algo que salta a la vista. En esta ciudad se respira cosmopolitismo, oiga, estamos cada vez más preparados para recibir al visitante medio burguesillo con ganitas de playa pero también con rollito intelectual. La ciudad se inunda de rayas de colores pintadas en el suelo, señalando rutas culturales hasta ahora inéditas hasta para los propios gaditanos. Los balcones se llenan de banderolas. Todo se prepara para el maravilloso 2012, donde parece que nos lo vamos a comer todo (se lo comerán los que, para entonces, hayan aguantado el tirón y puedan seguir viviendo aquí).
Actualizado:Cada día se abren negocios nuevos, proliferan los bares de diseño. Bien es cierto que, al poco tiempo, la mayoría vuelven a colgar el cartel de se alquila o se traspasa, pero bueno, el intento es lo que vale. Todo se reforma, todo se moderniza. El Achuri de toda la vida, maravilloso local lleno de encanto, se traslada unos metros más allá y corona su fachada con la palabra Atxuri, que queda más vasco y más guay.
Tan moderna se está volviendo mi Cádiz que el otro día yo misma fui víctima de las nuevas tendencias decorativas, en unos baños de un bar de copas en el paseo marítimo. Iba a hacer lo que se llama vulgarmente aguas menores, y la verdad es que tenía cierta urgencia. Total que voy a los baños y veo tres puertas, cada una con su respectivo simbolito. Y como un minuto me pegué intentando dilucidar qué muñecajo, qué garabato pertenecía al sexo femenino. Había también unas letritas, pero en un idioma raro. Me dije: «Hasta aquí ha llegado la moda de complicarles la meada a los clientes».
En fin, que al ratito de estar mirando desistí del intento de comprender cuál era mi baño, y me metí del tirón en el de minusválidos, que ahí si que habían dibujado claramente las ruedecitas. Se conoce mayormente que la creatividad no les dio para más.