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ANONIMATO. La madre de una de las pequeñas explicó el drama de su familia, pero quiso preservar su identidad. / ÓSCAR CHAMORRO
MADRE DE UNA DE LAS NIÑAS QUE SUFRIÓ ABUSOS SEXUALES POR PARTE DE un pederasta

«Me agarré a la ley porque era lo correcto, pero no se ha hecho justicia»

Esta portuense se siente «defraudada» y considera insuficiente la condena de cuatro años y medio impuesta al pedófilo que abusó hace dos años de su hija

CRISTINA LOJO
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Esta madre portuense prefiere guardar el anonimato. No quiere comprometer la intimidad de su hija, que hace apenas dos años sufrió abusos sexuales por parte de su tutor, Benjamín Lora Graván -condenado a cuatro años y medio de cárcel por siete delitos continuados de abusos sexuales a menores- , en el colegio Safa San Luis. La voz aún le tiembla cuando habla de lo sucedido.

-¿Cómo se percató de que su hija estaba siendo víctima de abusos sexuales?

-Me dijo que el profesor le tocaba y en ese mismo momento quise morirme. No podía creérmelo. Llevaba a mi hija pequeña al colegio Safa San Luis, donde habían estudiando el resto de sus hermanas con total confianza. Jamás podía pensar que iba a ser víctima de una historia tan triste y tan dura como ésta y aún hoy día no me lo puedo creer.

-¿Cuál es la decisión que toma cuando ya conoce el problema?

-En un primer momento apenas podía creérmelo, pero en cuanto supe que Benjamín Lora había confesado lo sucedido, el 21 de enero de 2006, saqué a mi hija del colegio. Fue de un día para otro. Ni siquiera recogí las pertenencias que mi pequeña dejó y tampoco nunca nadie me llamó para saber por qué me llevé a la niña del centro.

-La niña quedó sin escolarizar en mitad de un curso, ¿recibió ayuda de la Administración?

-Fui a la Delegación provincial de Educación y hablé con el delegado, Manuel Brenes. No sabía nada de lo sucedido. Nadie se lo había comunicado, pero puso todo el interés del mundo para que matriculásemos a mi hija en el centro que eligiéramos. Y así fue, a los dos días mi hija ya estaba en otro centro.

-¿Está conforme con la condena de cuatro años y medio que pesa sobre Benjamín Lora?

-Para nada. Es increíble que con todo lo que ha hecho tan sólo haya sido condenado a cuatro años y medio. No hay justicia. Las madres de las siete niñas que sufrieron abusos durante todo un curso nos unimos a la hora de denunciar para hacer más fuerza, pero al final sólo se han conseguido cuatro años y medio que seguro que tampoco cumplirá íntegros. Me siento totalmente defraudada por la justicia. Cuando ocurrió todo, me agarré a la ley con fuerza porque pensé que era el camino correcto, pero no se ha hecho justicia. He tenido que esperar dos años y quince días para que se celebre el juicio y encima le conceden dos semanas antes de entrar en prisión. No hay derecho.

-¿Piensa en el día en que salga de la cárcel?

-No puedo quitármelo de la cabeza. Me da pánico y pienso exigir que se me notifique el día que vaya a salir de prisión para solicitar una orden de alejamiento de mi hija.

-¿Cómo ha cambiado su vida y la de su familia?

-Nada es igual. Desconfío de todo y de todos y mi marido ha sufrido cuatro infartos desde que se produjo todo este problema. Mis hijos tampoco están tranquilos. Me he pasado muchas noches sin dormir porque no puedo quitarme de la cabeza que el primer beso a mi hija se lo ha dado un profesor y ella no quería.

-¿Está contando con apoyos para enfrentarse a esta pesadilla?

-No tenemos apoyos. Hay mucha gente que ha dejado de saludarme para no preguntarme por el tema e incluso hay quien me dijo que estaba armando demasiado por una tontería. El colegio Safa San Luis tampoco me ha apoyado en ningún momento y sólo se ha preocupado de intentar no manchar la imagen de la institución. Pero ni siquiera he recibido apoyo por parte de la comunidad cristina de San José Obrero, donde Lora era catequista. Él no se siente mal porque nadie le ha juzgado moralmente por lo que ha hecho. Todos se han dedicado a taparlo.

-¿Cómo ha afrontado su hija el problema?

-Este tema es para ella tabú. Jamás habla de lo sucedido y está siguiendo una terapia psicológica. El mismo año que ocurrió todo hacía la primera Comunión y no quería ni traje nuevo, ni fiesta ni nada. Estaba confusa con todo lo sucedido. Todavía es muy pequeña y aún no ha asimilado todo lo que pasó, pero poco a poco, con mucho esfuerzo, estamos consiguiendo que sea una adolescente más.

-¿Qué le pediría a la Justicia?

-Que se pudra en la cárcel sin contemplaciones. Que pague por lo que ha hecho y que la sociedad sepa el mal que ha hecho a unas niñas inocentes a las que les ha truncado la vida. Sólo pido justicia. hazte Oír: Queremos saber su opinión.

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