La despedida del padre Felipe
«Él se llamaba a sí mismo el niño de la Morena, por eso está aquí». Con esta sencillez explicó el padre Felipe al acabar la Eucaristía el motivo por el que se había bajado al Niño de la Merced al presbiterio, junto con el féretro del padre Jesús. «Nunca olvidéis a este lazarillo de Dios, que gozaba siendo sacerdote. Era panadero y después ha sido panadero de Dios. Lo hemos perdido para ganarlo, para ganarlo con los ojos de la fe. El amigo, el hermano Jesús, se ha quedado en el corazón del pueblo. Sólo convoca aquél que lleva verdad, se ha ido al Padre hace un rato, y estáis aquí. Gracias de corazón, gracias.»
Actualizado: GuardarVisiblemente emocionado, el padre Felipe quiso desvelar algunas curiosidades de este buen hombre. «Ha sido un convencido de Dios, por María. Era un hombre que transparentaba a Dios, de raíces profundas, y quería enterrarse en Herencia con su familia. Le doy las gracias a Jesús porque ha sido mi amigo, mi hermano, mi compañero. Generoso siempre y hombre de Dios».