![](/cadiz/prensa/noticias/200804/04/fotos/072D2CA-CON-P1_1.jpg)
Diminuto pero intenso
Dos investigadores de la NASA descubren en la Vía Láctea el agujero negro más pequeño jamás detectado
Actualizado: GuardarDos investigadores de la NASA han descubierto el agujero negro más pequeño jamás detectado. Pequeño pero fuerte, con una masa solamente de 3,8 veces el tamaño de nuestro Sol y con un diámetro de un poco más de 24 kilómetros, este agujero negro identificado en la Vía Lactea «revoluciona verdaderamente los límites», señaló el autor del descubrimiento, Nikolai Shaposhnikov del centro espacial Goddard de la Nasa en Greenbelt (Maryland). «Desde hace varios años, los astronautas quisieron saber cuál podía ser el tamaño más pequeño de un agujero negro y este muchacho nos hace dar un gran paso para responder esta pregunta», agregó. Hasta ahora, el récord de liviandad estaba en 6,3 veces la masa del sol.
Pese a su pequeña talla, los futuros astronautas deberán preocuparse, aseguró con malicia Shaposhnikov. Los mini agujeros negros ejercen una fuerza de atracción mucho más importante que los gigantes que se encuentran en el centro de las galaxias. De hecho, los objetos pequeños son más peligrosos que los grandes. «Si usted se aventura muy cerca de este agujero negro, la gravedad transformaría su cuerpo en un espagueti todo estirado», dijo divertido el astrofísico, señalando la importancia «crucial» del satélite de la Nasa RXTE para realizar estos descubrimientos.
Este pequeño agujero negro, cuyo campo gravitacional es tan intenso que impide toda forma de materia o radiación, fue detectado al sur de nuestra galaxia, en la constelación Ara. El satélite de rayos X de la Nasa, RXTE (Rossi X-ray Timing Explorer), descubrió en 2001 este dúo formado por una estrella y el agujero negro, bautizado como XTE J1650-500, pero no determinó su masa. Shaposhnikov y su colega Lev Titarchuk presentaron su descubrimiento en la reunión de la Sociedad estadounidense de astronomía en Los Angeles.
Los agujeros negros no pueden ser directamente observados pero son detectables gracias a su impacto sobre su ambiente. Los científicos también han observado la materia atrapada por el agujero, calentada a temperaturas considerables antes de ser tragados, y que emiten un torrente de rayos X. La detección de un agujero así de pequeño, cuya masa de 3,8 veces la del sol está cerca del tamaño más chico detectado por astrónomos en un objeto similar, tiene gran importancia para la investigación en física.
Una estrella puede al extinguirse convertirse en una estrella de neutrones o en un agujero negro. Los astrofísicos estiman que la diferencia entre la formación de un agujero negro y la de una estrella de neutrones está entre 1,7 y 2,7 veces la masa del sol. La definición de este límite será fundamental porque permitirá a los científicos saber más sobre el comportamiento de la materia sometida a unas condiciones de extraordinaria alta densidad.