El 80% de los alojamientos turísticos de la provincia escapa a cualquier regulación

El sector turístico, que se presenta como uno de los sectores en los que se apoyará la economía provicial en unos años, tiene aún largos caminos que recorrer. Entre otros, el de la regulación, ya que el 80% de la oferta de alojamientos turísticos de la provincia escapa a cualquier tipo de control. Así lo explica en su tesis doctoral, el profesor de Economía Aplicada de la UCA y director del Observatorio Turístico, Antonio Arcas. Esto supone que unos 20.000 pisos y casas rurales no pasan por el control de Turismo, algo que frena el desarrollo de la provincia. Esta parcela sin regular, que no ilegal, porque los contratos privados no tienen por qué trascender a ninguna administración pública, afecta aún más a las poblaciones costeras y a la capital, donde hay mayor demanda por parte del turismo nacional y familiar.

La atomización del mercado, constituido por microempresas turísticas sin relaciones entre ellas, es otro de los grandes obstáculos que tiene el motor económico gaditano para desarrollar todas sus posibilidades. Pero las hipótesis de Arcas van encaminadas hacia la búsqueda de la calidad total en este sector, de ahí que analice un caso, el de la ciudad de Jerez como ejemplo de destino turístico de referencia. Éste es un ejemplo de cómo evoluciona una zona, con identidad propia, dentro de la provincia. Su localización, ubicación y accesibilidad son determinantes y lo hacen indispensable dentro de la oferta gaditana, pero estos mismos factores crean también dependencia del resto de la Bahía para su crecimiento.

La excelente ubicación y las infraestructuras jerezanas hacen que la ciudad sea destino de referencia en la provincia. La cultura del vino, el caballo y el flamenco son sus principales atractivos turísticos. Tanto que la mayoría de los visitantes de los provincia se acercan, al menos un día, a la Ciudad del Caballo para conocerla.

Así, a pesar de que se trata de un destino interior, durante el mes de agosto es cuando se alcanzan los niveles más altos de ocupación hotelera y de pernoctaciones, como alternativa a la primera línea de playa. Esta situación, que se prolonga durante los meses de septiembre y julio, confirma que Jerez necesita a la Bahía para ser entendida como destino.

En su tesis, para la que realizó cinco investigaciones –tres de la oferta y dos de la demanda–, Antonio Arcas explica que las políticas de calidad turística tendrán éxito, tanto en el caso de Jerez como en el resto de la provincia, en función del grado de satisfacción del consumidor, por lo que el sector debe estudiar constantemente los cambios en los modelos de consumo.

Percepción de calidad

Otra de las estrategias recomendadas por Arcas es que la calidad de la oferta ha de corresponderse con una demanda que sea percibida por el turista. No basta con hacer las cosas bien, sino que el forastero debe apreciarlo. Además, se debe profundizar en conceptos como la calidad total, la oferta complementaria, el medio ambiente, la desestacionalización, entre otros muchos.

Pero tanto Jerez como la oferta turística de la provincia tienen varios puntos que mejorar para desarrollarse plenamente que, según Arcas, se pueden resumir en 10 recomendaciones (ver ficha), pero que en breve se resumen en el trabajo encaminado hacia un mejor servicio, hacia la calidad total, de tal manera que el turista lo perciba. En el caso de Jerez, el ejemplo escogido, el reto es retener al visitante, ya que en muchos casos llega al municipio como complemento a un alojamiento en otro lugar, como Sancti Petri, o utilizan la ciudad como dormitorio para desplazarse desde ella por toda la costa gaditana. En ambos casos, el turista dedica un día o dos al conocimiento de las costumbres jerezanas. «Tenemos que conseguir que el turista se quede aquí y que tenga una oferta interesante de actividades. Ahora mismo, además de conocer las bodegas y la Real Escuela de Arte Ecuestre, lo mejor que puede hacer un viajero en Jerez es pasear. Y esto es extensible a otras ciudades gaditanas», explicó el autor de la tesis, Antonio Arcas.