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Ladrones de cepillos
Dentro de una oleada que ha afectado ya a cuatro templos, los últimos robos menores en iglesias causan preocupación en la comunidad religiosa
Actualizado: GuardarLa preocupación se ha vuelto creciente entre la comunidad religiosa jerezana a raíz de la oleada de robos que están padeciendo los templos de la ciudad. Si el Sábado Santo y la madrugada del pasado martes las iglesias de San Juan de los Caballeros y Capuchinos, respectivamente, eran víctimas de pequeños saqueos, este periódico ha podido confirmar que el viernes 28 de marzo fue la Catedral la que se vio afectada por un delito de esta clase. Según fuentes del Obispado, el citado día a última hora de la tarde se celebraron en el templo unas preces de la Hermandad del Mayor Dolor, un acto que congregó a un cierto número de cofrades. Todo apunta a que los cacos aprovecharon la coyuntura para penetrar en la iglesia y allí se quedaron una vez que los miembros de la hermandad terminaron sus oraciones.
Los ladrones se hicieron con dos veladarios, las típicas cajas de seguridad donde se introducen monedas para encender las velas, aunque el botín fue más bien escaso debido a que justo dos días antes el párroco los había vaciado. Para llevarse estas estructuras tuvieron primero que extraerlas de la pared, donde estaban encajadas, haciendo palanca con algún tipo de artefacto apto para ello. Varios cajones de la sacristía también se encontraban abiertos, pero los delincuentes no pudieron encontrar mucho más en ellos. Nada se llevaron en lo que respecta a joyas u otros objetos de valor, lo que hace sospechar que tenían necesidad de hacerse con dinero en metálico de la forma más rápida posible.
Pasada la medianoche, un feligrés que paseaba por la zona se percató de que la puerta del recinto religioso permanecía abierta, algo que le extrañó por lo que avisó al párroco, que fue a su vez el que dio parte a la Policía. En los últimos días se rumorea que incluso existe una cuarta iglesia donde también se han cometido otros robos, aunque el Obispado no ha podido corroborar este punto. Lo que sí es un hecho es que el pasado martes, los ladrones que se hicieron con la recaudación de los cepillos de Capuchinos fueron capturados por agentes municipales, lo que abre una puerta a la esperanza, ya que no se descarta que sean ellos los autores de todos los robos cometidos.
Medida de prevención
Fuentes policiales, por su parte, han recomendado como medida de prevención la colocación de alarmas en las iglesias, algo que podría contribuir si no a reducir la frecuencia de estas tropelías, si al menos a capturar a los delincuentes con mayor celeridad. Algunas como San Juan de los Caballeros ya cuentan con instalaciones de este tipo, y precisamente en este templo el sonido de la alarma fue lo que advirtió de la presencia de extraños en el espacio sagrado. Desde el Obispado ven con buenos ojos esta alternativa, y aunque consideran que en el caso de la Catedral tendría que instalarse un dispositivo potente para que hiciera su debido efecto, no dejan de reconocer que se trata de una buena idea en aras de la seguridad de las iglesias y las propiedades religiosas.
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