Deportes/Mas-Deportes

Presión

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

na de las razones que, durante la primera vuelta, los profesionales han aducido para explicar los pésimos resultados ha sido la presión psicológica a la que estaba sometidos por el ese objetivo fijado del ascenso. Éste era el primer punto de los que figuraban en el proyecto definido por la Directiva al comienzo de la temporada. ¿Recuerdan las declaraciones del Presidente, del Entrenador y de todos los jugadores el día de sus presentaciones oficiales? El factor determinante de su decisión fichar por el equipo amarillo había sido, precisamente, alcanzar la meta del ascenso. En la segunda vuelta, cuando ya se han esfumado todas las posibilidades de ascenso, el equipo sigue sin funcionar porque -afirman- el vértigo que nos produce el abismo del descenso bloquea los músculos e inhibe la imaginación. Fíjense -dicen algunos- lo bien que nos salen las pachanguitas y el elevado número de goles que marcamos en los entrenamientos. Cuando escucho estos razonamientos llego a la conclusión de que dichos profesionales olvidan que el aliciente principal de este espectáculo de masas lo proporciona, precisamente, la tensión que se genera por el afán de alcanzar unas cumbres difíciles e inalcanzables para los que no estamos dotados de facultades físicas especiales o para los que no hemos adquirido una adecuada preparación psicológica. Por estas razones el deporte de élite y, sobre todo, el de los juegos colectivos exigen continuos entrenamientos en los que se adiestren a los profesionales física, técnica, estratégica y mentalmente con el fin de que eviten el vértigo de las alturas, el desvanecimiento en las profundidades, el aturdimiento con los aplausos o con los abucheos, el desfallecimiento en la espera y hasta la desmoralización ante las burlas. Mucho me temo que este recurso a la presión les impida el necesario e inaplazable análisis para identificar las causas del fracaso y para evitar, en lo posible, reincidir una vez más en los mismos errores.