El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, durante la rueda de prensa, a la que llegó acompañado de varios de sus ministros. /AP
reelegido hace menos de un año

El primer ministro irlandés anuncia su dimisión para el próximo 6 de mayo

Bertie Ahern se ha visto implicado en los últimos meses en un caso de corrupción urbanística durante la década de los noventa

DUBLÍN Actualizado: Guardar
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El primer ministro de Irlanda, Bertie Ahern, ha anunciado su decisión de abandonar el próximo 6 de mayo el cargo que ocupa desde 1997, tras meses en el punto de mira por el incremento de su fortuna personal a partir de donaciones de empresarios durante la década de los 90 y su propio reconocimiento acerca de que su situación fiscal no se encuentra regulada.

Flanqueado por los miembros de su gabinete, Ahern ha defendido su inocencia y ha enumerado los logros de su Gobierno en los últimos once años: la exitosa gestión de un periodo de gran prosperidad económica y haber sellado la paz en Irlanda del Norte. "En mi corazón, sé que no he hecho nada malo", ha insistido el primer ministro, al tiempo que ha reconocido que las investigaciones del tribunal anticorrupción sobre sus finanzas está "distrayendo" el trabajo del Ejecutivo de Dublín.

"La decisión que anuncio hoy, como todas las que he tomado en mi vida política, está tomada en interés del pueblo. Ésta es una decisión estrictamente personal", ha añadido Ahern, quien ayer mismo, presentó ante el Alto Tribunal de Dublín una petición judicial encaminada a limitar el trabajo de la comisión especial que investiga los casos de corrupción urbanística. Sus abogados alegan que ciertos documentos solicitados por la citada comisión, que investiga las finanzas personales del primer ministro, están protegidos por un "derecho de privilegio".

Movimientos bancarios bajo sospecha

Los testigos de la comisión investigadora han declarado que en la cuenta bancaria de Ahern y en la de su ex compañera sentimental, Celia Larkin, se ingresaron 45.000 dólares (28.000 euros) y 25.000 libras esterlinas (31.000 euros) durante diferentes periodos de los años noventa, procedentes, al parecer, de conocidos hombres de negocios. En su defensa, el 'Taoiseach' (primer ministro) ha asegurado que jamás ha efectuado transacciones con la divisa británica.

No obstante, los argumentos del primer ministro se vinieron abajo la pasada semana cuando la secretaria de su oficina electoral, Grainne Carruth, confesó ante el tribunal que ella misma ingresó 15.000 libras esterlinas (19.000 euros) en una cuenta corriente abierta a nombre el propio Ahern y de sus dos hijas en 1994, cuando ocupaba la cartera de Economía y Finanzas.

En total, la comisión ha investigado hasta la fecha transacciones e ingresos bancarios valorados en 452.800 de las antiguas libras irlandesas (unos 900.000 euros actuales) efectuados entre 1988 y 1997.

Los políticos elogian su labor

La renuncia de Ahern ha provocado la reacción en cadena de dirigentes políticos de todos los bandos, que se han pronunciado en torno a una figura con una "histórica contribución" al proceso de paz en Irlanda del Norte, según ha destacado el primer ministro británico, Gordon Brown, quien considera importante también su trabajo para el avance de la Unión Europea y un ejemplo del uso de los fondos comunitarios para impulsar la economía interna.

Por su parte, su antecesor al frente del Gobierno británico, Tony Blair, quien trabajó estrechamente con Ahern para acabar con la violencia del IRA, considera que "siempre será recordado por su papel crucial" para normalizar la vida en Belfast, así como para "transformar las relaciones" entre Reino Unido y su país y presidir un "período prolongado" de bonanza económica y social". "Ocupará, merecidamente, un lugar central en la historia política de esta nación y más allá", ha declarado.

Mientras, la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, ha coincidido con el anterior inquilino de Downing Street en poner de relieve el trabajo para "hacer prosperar" el desarrollo y la situación de las arcas públicas -"será recordado como uno de los más destacados políticos de su generación", ha mantenido-, así como por el "enormemente importante" trabajo que desempeñó en Irlanda del Norte.

Una dedicación que también le ha valido el elogio del presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, que ha declarado que Ahern ostenta "justificadamente el orgullo de ser el 'taoiseach' que llevó la paz" a partir de los acuerdos de Viernes Santo. "Merece nuestras gracias por ello", ha aseverado.