CAMPAÑA. Zaragoza en Helsinki, el 31 de mayo de 1965. / LA VOZ
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Pionero del 'marketing'

Fallece Pedro Zaragoza, el alcalde que hizo de Benidorm la meca del turismo y consiguió que Franco legalizara el bikini

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Un viaje en Vespa a El Pardo cambió la historia de Benidorm. Eran los años 50, Pedro Zaragoza, entonces alcalde del pequeño pueblecito pesquero, no se lo pensó dos veces. Fue a entrevistarse en persona con el general Franco y con la franqueza que le caracterizaba le planteó que o se legalizaba el bikini o el futuro de Benidorm estaba perdido. La Iglesia amenazaba entonces con excomunión si se permitía este modelo de bañador. Zaragoza logró su objetivo. Obtuvo el beneplácito del dictador para permitir el bikini en las playas benidormíes, algo que, más adelante, sería para la economía de la ciudad. Hoy, el hombre que removió las altas esferas del Estado en busca del progreso de Benidorm será enterrado en su ciudad natal.

Pero Zaragoza era un hombre inquieto y no paró para conseguir turistas. Estaba dispuesto a llegar donde hiciera falta para lograr que su tierra fuera un referente turístico internacional. Eso es lo que hizo. La historia personal que mayor repercusión mediática tuvo en su tiempo fue la de una familia lapona de cazadores de ciervos a la que Pedro Zaragoza conoció en Helsinki. El alcalde de Benidorm los llevó de aeropuerto en aeropuerto por toda Europa, con un cartel que explicaba -en castellano y en inglés- que esta familia nórdica iba a pasar sus vacaciones en Benidorm.

Por ello, Pedro Zaragoza es considerado entre los expertos del mundo del turismo como uno de los precusores del marketing turístico. Además, el hecho de llevar a cabo una campaña tan llamativa en aquellos convulsos años le llevó a ser portada de multitud de publicaciones, con lo que su nombre -y el de Benidorm- alcanzaron gran prestigio desde entonces. Pedro Zaragoza fue el artífice de muchos de los logros que han llevado a que en la actualidad Benidorm ocupe el lugar que ocupa a nivel internacional. Se le considera como el actor principal del despegue turístico de lo que hasta entonces era un pequeño pueblecito pesquero, porque marcó un modelo de crecimiento que ha sido imitado por otras ciudades. No en vano, todos sus sucesores en la alcaldía han seguido su ejemplo.

Zaragoza acabó con el pueblo de pescadores que era Benidorm -con apenas 1.700 habitantes a principios de los años 50- y la transformó en una ciudad dedicada al sector terciario.

Sus últimas horas

El Hospital de Levante de Benidorm vivió la pasada madrugada del lunes al martes la muerte de una de las personalidades más importantes que han surgido de Benidorm a lo largo de su historia. La bautizada como capital del turismo perdió a uno de sus ex alcaldes, cuya vida se apagó a los 85 años. El estado de salud de Zaragoza empeoró el viernes, cuando fue ingresado a causa de una insuficiencia coronaria. El empeoramiento acabó con el colapso de sus órganos vitales, lo que no pudo superar

La gente que lo conocía le llamaba Don Pedro, y de él hablan maravillas. Tenía un espíritu inquieto y un alma joven, a pesar de su edad. Igualmente, sus amigos definían su carácter como el de una persona afable, muy culta gracias a una vida en la todo lo consiguió con trabajo.