URGENCIAS GENERALES. Unos operarios colocaban ayer el techo. / LA VOZ
CÁDIZ

Las urgencias infantiles del hospital, listas tras dos meses de retraso en las obras

La dirección del Puerta del Mar afirma que la apertura es «inminente, la próxima semana» Los obreros extraen 40 toneladas diarias de escombros de la demolición de los quirófanos de la UCI

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En las Urgencias infantiles del Hospital Universitario Puerta del Mar no se oyen los llantos de los pequeños. Tampoco hay rastro de sonajeros o chupetes. Y dos enfermeras, con el tedio agarrado a la cara, esperan la llegada de los pacientes. Desde el pasado mes de julio, cuando empezaron las obras, el trabajo de Charo -una de las sanitarias-, se reduce a apuntar en una lista a los recién llegados... y a señalarles el camino hacia los ascensores que suben a la séptima planta. Allí es, desde este verano, donde se derivan las intervenciones y diagnósticos de los más pequeños. «Mientras que antes nos encargábamos de hacer el primer diagnóstico de los pacientes, ahora nuestro trabajo se reduce a poco más que a un simple recibimiento. Es arriba, en la planta de pediatría, donde ahora se examina a todos», explica la ATS.

La apertura de esta unidad de Urgencias Pediátricas, «es inminente», según asegura la Dirección del Puerta del Mar. «La obra está prácticamente acabada, tanto que se piensa que pueda estar abierta la próxima semana», afirman las mismas fuentes.

En los quirófanos de la unidad, algún trabajador embutido en el mono azul de trabajo aún pulula por los pasillos. Los ordenadores también han empezado a llegar, aunque aún estén destripados sobre las mesas, con los cables a la vista, a la espera de que los técnicos los ponga en marcha. Incluso las camillas que atenderán a los retoños -acolchadas y de color marrón-ya se han desplegado en los futuros quirófanos. Eso, pese a que a su lado el aparato más sofisticado que se encuentra en la sala es una manguera de plástico amarillo que se encarga de traer el agua desde el exterior.

Los trabajos de reforma tenían que estar acabados este pasado mes de febrero. Eran los cálculos de la Delegación Provincial de Salud, en enero, que ha invertido cerca de medio millón de euros.

Escombros en la UCI

Cerca de 40 toneladas de escombros, cemento reseco, ladrillos y azulejos descorchados, salen cada día por la ventana directos a la calle. Los dos trabajadores que se encargan de amontonarlos desde lo alto del montacargas avisan cada poco de que los cubos han vuelto a llenarse. Son miles de kilos (entre 40 y 50 toneladas) de escombros y deshechos que salen de la tercera planta del hospital.

Allí dentro una cuadrilla de trabajadores se afana por convertir los dos antiguos quirófanos de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en una zona diáfana que sirva para ganar espacio a la planta. Por el momento todo lo que se vea sean restos de paredes y techos en demolición. Los trabajos, asegura el Servicio Andaluz de Salud, tienen que estar finalizados este próximo mes de octubre.

A la espalda del gigante y decadente centro hospitalario -que será sustituido por el flamante hospital proyectado en la barriada de Loreto antes de 2012-, están las Urgencias Generales. Por aquí pasan cada día cerca de tres centenares de pacientes, según los cálculos de los trabajadores.

El ruido ha terminado. Pero los cables de la cuadrilla de operarios que trabaja para ampliar la zona obstaculizan el paso de camillas y sillas de ruedas. «Es muy incómodo apartar cables o saltarlos», se queja Manolo, uno de los celadores encargados de los pacientes.