Madera de ganador

Francisco del Río tiene la ambición de un campeón. Esa mirada del tigre de la que hablaba Apollo Creed sobre Rocky Balboa en la mítica saga de Sylvester Stallone. Unas ganas de triunfar que le han posibilitado que se haya proclamado este pasado domingo campeón de España de full contact en categoría amateur. El joven portuense de 18 años acudió a la cita de Alcorcón -en un torneo celebrado en el pabellón Villalcor- con ganas de comerse el mundo, pero con la humildad propia de aquel que da sus primeros pasos en la competición de alto nivel.

En la final estuvo cerca de morder el polvo. Eduardo Pérez, canario de 25 años que compite con la selección de Castilla y León. Tres campeonatos nacionales y uno europeo en su palmarés y 46 combates oficiales a sus espaldas. Un rival duro de batir al que Francisco del Río, pese a sufrir lo indecible, tumbó con todas las de la ley en un combate igualado y muy emocionante.

«Lo pasé mal en muchos momentos. Me dio tantos golpes que sólo pensaba en que iba perdiendo y tenía que puntuar. Para colmo no veía con el ojo derecho, veía blanco. Me dije ¿qué hago, abandono?. Pero pensé en el trabajo que me había costado llegar hasta donde estaba y decidí tirar para adelante», relata este joven campeón.

La clave de su victoria llegó en el segundo asalto. «Me dio un puñetazo que me espabiló. Pensé que tenía que ir a por él». Fue un momento de iluminación en la que sacó la furia contenida y que propició que Eduardo Pérez fuera perdiendo fuelle conforme iba recibiendo golpes. «Él estaba cada vez más cansado, y sólo intentaba zafarse y agarrarse a mí para perder tiempo. Además, lo sancionaron porque no dio el mínimo de patadas reglamentarias, ya que si no en vez de full contact sería boxeo. Son seis en cada asalto», comenta.

La experiencia es un grado y su rival pensó en tirar de ella para vencer, aunque no pudo lograrlo. «Era muy cuco porque cada vez que le metía una buena mano decía que tenía mal colocado el casco o que le molestaba la espinillera para que no le contase el árbitro. Menos mal que se dieron cuenta de que lo estaba haciendo para ganar tiempo y le dijeron que eso no se podía hacer».

Pasado y futuro

Para colmo, echó en falta la ausencia de Juan José Muñoz, su entrenador. «Una esquina es mucho, el cuarenta por ciento del combate. Como iba con la selección andaluza, él no estaba allí porque no fue seleccionado», comenta.

Francisco del Río tiene un largo camino por delante, aunque no se encuentra en el principio. A sus 18 años, ya cuenta con un campeonato de España de light contact, además del título que acaba de conseguir.

Ahora se plantea como meta competir en categoría profesional, y ya tiene a la vista varias veladas en neoprofesional. «Son más asaltos, por lo que tienes más tiempo para preparar el combate, aunque en amateur es más difícil porque sólo son dos y tienes que salir preparado para pegar y recibir».

No queda lejos su salto a la competición internacional, ya que tiene opciones de que el seleccionador nacional le llame para acudir al próximo europeo que se celebrará en Bélgica.

Mientras tanto, siente que se supera en cada entrenamiento y es feliz porque recoge los frutos de un trabajo bien hecho que le puede llevar a conquistar las cimas más altas y convertirlo en el mejor.