Daños escasos tras la explosión de dos artefactos de ETA en Guipúzcoa
ETA colocó dos pequeños artefactos explosivos en un repetidor de telecomunicaciones instalado en el monte Izarraitz, entre las localidades guipuzcoanas de Azpeitia y Azkoitia. Las explosiones causaron daños mínimos en la puerta de acceso y en el interior de las instalaciones, según la primera valoración de la Consejería de Interior vasca.
Actualizado: Guardar Una persona que dijo hablar en nombre de ETA avisó desde una cabina telefónica a las 11.00 horas de la colocación de los explosivos. Las primera búsqueda de los agentes fue infructuosa por las malas condiciones climatológicas, lluvia y niebla, de la zona. Pero a primera hora de la tarde, la Ertzaintza encontró los restos de las explosiones en el repetidor de Izarraitz.
Es la primera acción de la banda terrorista después del potente atentado del pasado 21 de marzo contra la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad riojana de Calahorra, y que dejó elevados daños materiales en el inmueble y viviendas vecinas.
Reacción
El Gobierno vasco aseguró ayer que «la violencia es sólo violencia» y que ETA, con estas dos bombas «vuelve a demostrarnos que no está dispuesta a abandonar el recurso a la violencia y que no está igualmente dispuesta a respetar la opinión unánime de la sociedad vasca».
En un comunicado, el Ejecutivo vasco condenó este atentado contra un repetidor de telecomunicaciones en el monte Izarraitz de la localidad guipuzcoana, que ha causado escasos daños.
Además, advirtió de que «la violencia es sólo violencia», por lo que el atentado llevado a cabo ayer es «un triste ejemplo más de que las bombas, las amenazas, las extorsiones y los chantajes de ETA no conducen a esta sociedad a ninguna parte».