El Xerez B vuelve a saborear la victoria veintiún jornadas después

Llevaba veintiuna jornadas seguidas sin ganar el Xerez B (la última vez fue por 1-2 en Los Barrios, el 21 de octubre del año pasado), pero ayer sorprendió a un Dos Hermanas que no confirmó la reacción experimentada en Puerto Real y vuelve a acercarse demasiado al pozo de la clasificación.

El filial azulino pasó como una apisonadora por el Miguel Román, donde jugó sin presión para ser dueño y señor del partido ante un conjunto rojiazul apático, que no supo reponerse a los dos goles tempraneros de su rival.

En la primera parte, el que impuso su ley fue el cuadro adiestrado por Antonio Puche, que creó peligro y supo defenderse de los tímidos ataques nazarenos. Justo antes del 0-1, los anfitriones pudieron haberse adelantado en el marcador merced a una falta que botó González sobre Chiqui Carmona y que Ema Céliz sacó bajo palos. Enseguida, los jerezanos montaron rápidamente una contra y César ganó a Diego en el mano a mano, consiguiendo el primer tanto. Cuatro minutos más tarde, tras una buena jugada en banda izquierda del propio César, el habilidoso futbolista -Sutil retiró a Rafa García, que nunca pudo con él- puso un centro para Carlos, que lo aprovecha para superar al meta nazareno de tiro cruzado.

En el resto de esta fase, el Xerez B tuvo varias opciones para ampliar su distancia frente a un Dos Hermanas noqueado y sin capacidad de reacción. De esta manera, en el 33, un chutazo del omnipresente César puso en apuros a la meta rojiazul, mientras que, a nueve del descanso, fue una falta magistral de Carlos la que merodeó el tercero, pero Diego reaccionó muy bien para enviar la pelota a córner.

En la reanudación, el Dos Hermanas lo intentó con más corazón que cabeza, obligado por su necesidad y por el amplio marcador en contra. Como consuelo, habría que decir que tuvo el dominio territorial, pero bien es cierto que el rival le entregó el balón para replegarse y buscar el contragolpe, arma con la que los de Puche redondearían su merecida goleada. Antes llegó un aviso: Álvaro asiste a Luis Lara, pero Carlos Alberto evita males mayores con su oportuna aparición (m. 63). Todo parecía ir encaminado hacia el 0-2, pero González, en posición franca, falló el que todos cantaban como tanto del honor nazareno, generando una rápida acción del filial: Álvaro, que había robado bien la pelota al utrerano, busca a Añón en largo y éste regatea a Diego para resolver de forma impecable, confirmando que los tres puntos viajarían a casa de un farolillo rojo casi sin opciones de salvación, pero ilusionado con la ruptura de su mala racha.