Un director que no dejaba a nadie indiferente | EFE
cultura

Un sonido de referencia

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Polémico, admirado, peculiar, reservado, un ejemplo a seguir... Prestigiosos directores de orquesta y solistas han expresado con estos adjetivos su opinión sobre este gran director de orquesta del siglo XX, Herbert von Karajan. Sin duda, un referente para tomar prestadas sus interpretaciones sobre Beethoven, Wagner y otros grandes clásicos. Y es que el «sonido de la Filarmónica de Berlín, con Karajan al frente, es inigualable», destacan los consultados. A su vez, desvelan una de las claves del éxito del maestro: «Saber aprovechar las nuevas tecnologías para propagar su trabajo».

Pedro Halffter

Director de la Real Sinfónica de Sevilla

«Aportó una nueva visión de la música»

«Es uno de los mejores músicos del siglo XX». Pedro Halffter, director de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, define con esta frase su opinión sobre Karajan y su trabajo. A su juicio, el maestro austriaco supo encauzar su fuerte personalidad hacia una «particular» forma de dirigir, que convirtió en «único» el sonido de la Filarmónica de Berlín. El director madrileño no sólo admira al Karajan maduro, que conducía la orquesta casi sin batuta. También se maravilla con aquel joven «tremendamente apasionado y muy expresivo». Y realza su capacidad para «ver la importancia de las grabaciones discográficas y aportar una visión nueva de la música», admite.

Asier Polo

Violonchelista

«Tenía una energía arrolladora»

Asier Polo no se atreve a disentir ante «un genio de tal magnitud» como era Karajan. El violonchelista destaca su forma de dirigir, propia de los grandes que «levantan una ceja y la orquesta sabe reaccionar». Pero, en el caso del músico centroeuropeo, «sus gestos eran amplios –precisa– y hacía su interpretación desde el punto de vista artístico». En este sentido, Polo resalta «la energía tan arrolladora que provocaba que todos estuvieran a su servicio». Karajan conseguía lo que se proponía, «con su validez técnica y el márketing que lo rodeaba». Este legado discográfico, no obstante, permitió conocer «cómo trabaja un maestro». «Algo muy beneficioso para las posteriores generaciones», sostiene.

Juanjo Mena

Director de la Sinfónica

«Un mago para transformar la música en belleza»

Hablamos de «uno de los grandes de la música», afirma con rotundidad Juanjo Mena, director de la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Alcanzó este pedestal gracias a poseer «una muy buena formación técnica y su expresividad». Pero si hay que resumir el trabajo del maestro, Mena relata una anécdota muy significativa: «Un gran director iba a asistir a uno de sus ensayos, pero Karajan conocía su intención y no lo dejaba entrar por pudor. Sin que él lo supiera, éste finalmente se coló a ver cómo se preparaba Karajan con la Filarmónica de Berlín. Se puso en el último asiento y le dijo a uno de sus asistentes: ‘Dígale que no lo haga todo tan bello’». Una frase a la que se suma el director vasco: «A veces abandonaba el rigor, pero era un mago de transformar la música en belleza», resume.

Gabriella de Esteban

Directora de orquesta

«Muy moderno para su época»

Si a alguien que no sabe nada de música, le preguntas el nombre de un director de orquesta, «te dirá Karajan, sin duda». Gabriella de Esteban tiene muy claro cómo definir la figura del compositor centroeuropeo en el mundo de la música clásica: «Humano, una referencia, prestigioso y muy moderno para su época». Esta directora de orquesta bilbaína pero afincada en Austria desde hace dos décadas reconoce que Karajan sentó las bases de la Filarmónica de Berlín. De hecho, «ninguna orquesta elige un maestro para siempre como es su caso», recuerda. Reverenciado o detestado, pero «a nadie dejaba indiferente», comenta. Uno de los grandes problemas de su vida fue el haber estado vinculado al nazismo, «lo que le trajo muchas críticas». Pero en lo que hay que fijarse, destaca De Esteban, «es en la visión personal que nos ha dejado sobre un gran repertorio con un aspecto teatral, místico y perfeccionista».

Gilbert Varga

Director de la Sinfónica del País Vasco

«Era el maestro, no el amigo»

El director de la Orquesta Sinfónica del País Vasco Gilbert Varga posee una joya entre sus manos. Una pieza construida por Karajan de la que se siente muy orgulloso: se trata de un cronómetro especial para controlar la velocidad a la hora de dirigir. El músico austríaco «siempre buscaba novedades», como comprobó Varga al asistir a sus ensayos. «Era muy difícil el contacto con él porque era el maestro, no el amigo». Esa perfección permitía que produjese «un sonido específico y se reconozca su música nada más oírla».

Adrian Leaper

Director de la Sinfónica de RTVE

«Permitió que los directores seamos más reconocidos»

«Llevar la batuta no es una tarea fácil. Pero sí lo era para Karajan. «No se le escapaba ni un mínimo detalle». Ésa era su grandeza, según el director de la Orquesta Sinfónica de RTVE, Adrian Leaper, que destaca la «tenacidad» como la «cualidad más importante» del maestro austriaco. «Le daba igual que estuviera diseñando la iluminación para un escenario, que hablando de las técnicas de grabación. Siempre quería estar en el centro de sus proyectos». Y pese a que sus detractores le echaban en cara que estuviera tan pendiente de su imagen, eso permitió, recalca Leaper, «que los conductores de orquesta seamos más reconocidos. Ascendió nuestra labor a un nuevo nivel», se felicita.

Joaquín Achúcarro

Pianista

«Hay que contar con su versión»

En su época de estudiante en Viena, Joaquín Achúcarro conoció la grandeza de Karajan. «En tan sólo 24 horas hizo La Valquiria por la noche; a la mañana siguiente, condujo la Misa del Papa Marcelo; y por la tarde dirigió el concierto de abono de la Filarmónica de Viena. Me pareció un monstruo. Todo lo que hacía tenía una lógica musical estupenda». A Achúcarro, que resalta la «brutal vitalidad» del maestro, le queda la pena de no haberlo conocido en persona. Pero es una «referencia» y, por supuesto, no se puede «dejar de contar con su versión». Su particularidad residía en que «su gesto correspondía con lo que él quería que la música dijese», añade. Si no hubiera sido tan perfeccionista, «no habría sido Karajan», resume.

Jesús López Cobos

Director musical del Teatro Real de Madrid

«Era muy reservado pero no un endiosado»

Para muchos directores, Karajan es un ejemplo a seguir. El director musical del Teatro Real de Madrid, Jesús López Cobos, no es una excepción. «Es algo normal en mi generación». Y eso por el «carisma y el modo tan maravilloso de formar orquestas» que tenía el maestro. También le resulta fascinante a López Cobos el hecho de que fuera un pionero en darse cuenta del importante significado de las nuevas tecnologías. Pero lo que más le marcó, sin duda, fue verlo en persona. «Asistí a sus ensayos... Y sí, era una persona muy reservada, pero no inaccesible. Se volcó de lleno en los jóvenes. Le recuerdo en el festival de Salzburgo y no fue un endiosado aunque daba esa imagen desde fuera», recuerda.

Inmaculada Sarachaga

Directora de orquesta

«Era muy plástico en su técnica»

El director del siglo XX que más éxitos ha cosechado. Y un maestro que supo entender la música desde el punto de vista del márketing y de la cercanía. Así describe a Karajan la directora vasca Inmaculada Sarachaga. «Destacó tanto por su culto a la técnica como por su trabajo en los estudios de grabación», añade. El secreto de su éxito radicó en saber «trasladar su fuerte personalidad a la música». De este modo, Sarachaga se queda con las inigualables interpretaciones de Chaikovski, Strauss... Su labor en la Filarmónica de Berlín fue «impresionante» y, como revela la directora vasca, de ahí que digan «que sigue en la mente de los músicos de la orquesta».